Año CXXXV
 Nº 49.546
Rosario,
domingo  21 de
julio de 2002
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Una disco de Lima se convirtió en la tumba de 25 jóvenes
Un artista que lanzaba fuego por la boca originó un incendio cuando en el local había mil personas

La espectacular discoteca peruana Utopía, recientemente inaugurada, donde se exhibían animales, artistas lanzando fuego por la boca, barmans malabaristas y disc-jockeys bailarines, se convirtió en la madrugada del sábado en la tumba de 25 jóvenes y en una pesadilla para las cerca de 1.000 personas que se congregaban en ella, como consecuencia de un incendio que destruyó parte del local. En el siniestro hubo unos cien heridos y murieron además un león y un tigre que eran exhibidos en una jaula a lado de un chimpancé, cuyo paradero se desconoce.
El primer ministro peruano, Luis Solari, señaló que el balance de los casos fatales se basa en las informaciones de los centros hospitalarios y la morgue, pero se teme que el número se amplíe en las próximas horas. Por su parte, el ministro de Salud, Fernando Carbone, dijo a la prensa que todos los muertos son por asfixia. "No hay una persona fallecida por quemadura", señaló tras visitar las clínicas, hospitales y la morgue donde se encuentran las víctimas.
La disco se encuentra en el sótano del centro comercial Jockey Plaza, en el distrito limeño de Surco, tiene cuatro pisos y estaba atestada de jóvenes, que la noche del viernes habían acudido no sólo a bailar y divertirse, sino a apreciar los atractivos espectáculos que los fines de semana ofrece.
Con motivo de la celebración del segundo mes de funcionamiento de la discoteca, los propietarios de Utopía habían anunciado una serie de espectáculos, pese a que no contaba con licencia de funcionamiento ni de construcción.
Además de los lanzadores de fuego por la boca, los disc-jockeys bailarines y los barmans malabaristas que lanzan por los aires botellas llenas de licor y vasos, estaban los animales (león, tigre y chimpancé) enjaulados.
Todo era una fantástica fiesta hasta que uno de los lanzadores de fuego se acercó al disc-jockey para unírsele al baile y hacer más atractivo el espectáculo pero sin darse cuenta de que el fuego alcanzó el techo del local, que era de material inflamable.
"¡Fuego!", gritaron los primeros que se percataron del hecho, pero nadie hizo caso porque creyeron que era parte del show, ni los miembros de seguridad que vigilan para evitar cualquier problema acudieron en ayuda.

Alcohol para apagar el fuego
Para peor, cuando el humo se extendió y las chispas de fuego llegaron a las alfombras la gente le lanzó las bebidas alcohólicas que tenían en sus vasos con el propósito de apagarlo, pero lograron lo contrario.
En minutos el fuego se extendió y el pánico se apoderó de los jóvenes que en lugar de buscar la salida, que estaba en el tercer nivel, se escondieron en los baños, lo que fue su tumba, dijo Tulio Nicolini, jefe de los bomberos.
Al llegar los bomberos y la policía se toparon con un tétrico cuadro, gente saliendo por la escalera a rastra tratando de aspirar aire, cuerpos tirados en el suelo, jóvenes en shock nervioso gritando desesperados, buscando a sus amigos y el humo que cubría los cuatro niveles de la discoteca.
El traslado de los cadáveres y de los heridos se hizo de inmediato, gracias a la rápida acción de las ambulancias, pese a que familiares se aglomeraban en las afueras del local.
El jefe de los bomberos confirmó que la discoteca no contaba con la debida autorización para su construcción ni para su funcionamiento y que incluso los dueños del local habían demandado al municipio por criticar su falta de seguridad. Por otra parte, cuestionó lo difícil que resultaba clausurar un local que funcionaba ilegalmente por las trabas burocráticas y judiciales. (DyN)



La TV mostró las primeras imágenes del incendio.
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