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El dilema del candidato ausente

Bajo el título "El dilema del candidato ausente", un matutino nacional, en seis recuadros a todo color exhibía los rostros de seis potenciales candidatos a presidente -de los cuales uno ya desertó- más otro recuadro totalmente en blanco, que sería el del aspirante, sin rostro y sin nombre que para la ciudadanía insatisfecha sería el postulante ideal. En ese recuadro en blanco se podría colocar a varios candidatos que fueron presidentes: Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca y Pellegrini. Pero, lamentablemente, ya no están. Hicieron el país y lo posicionaron bien ante los ojos del mundo, sin contar con los recursos y la tecnología de que gozan los actuales políticos. Por ejemplo, tomaré al primero de la lista: Mitre. Fue presidente, gobernador, varias veces senador y diputado, diplomático y ministro plenipotenciario. De vocación intelectual, fue historiador, poeta, bibliófilo, novelista y autor de obras teatrales. Como militar participó en varias batallas y siempre al frente de sus hombres, lo que le valió que fuera malamente herido en dos ocasiones. Jamás le escatimó el cuerpo a las balas. Combatió contra los indios. Pero su gran pasión fue el periodismo. Fue redactor en varios países y dirigió periódicos, para finalmente fundar el diario La Nación. El Uruguay lo designó como miembro de notables. Combatió siempre con el pensamiento y con la pluma, lo que le valió purgar cárcel y varias veces el destierro. ¡Qué personaje y qué agallas! Sería un lujo y un candidato ideal, pero falleció el 19 de enero de 1906, a los 84 años. Un gran demócrata.
Enrique E. Bianchi