Médicos del sanatorio Plaza realizan desde junio pasado un tratamiento que permite destapar las arterias coronarias en forma definitiva. De esta forma, Rosario se convierte en pionera en este tipo de tratamientos. Anteriormente, las personas que se sometían a una angioplastia coronaria tenían un 23% de posibilidades de que sus arterias vuelvan a obstruirse (restenosis). La nueva técnica disminuye a un 2% esta posibilidad.
El doctor Rubén Piraino, jefe del departamento de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del Sanatorio Plaza explicó que la novedad se basa en un stent (malla) provista de una droga llamada rapamicina o sirolimus, que se distribuye en la arteria tratada, evitando la proliferación celular que provoca la obstrucción.
Teniendo en cuenta que la enfermedad coronaria es una de las principales causas de muerte en el país y el mundo, "este tratamiento es un gran avance", afirmó el especialista.
Piraino agregó que el stent recubierto con el medicamento posee un doble mecanismo de acción. "Por un lado disminuye la reacción inflamatoria y por otro la producción celular que obstruye las arterias. El medicamento se va liberando en forma controlada durante el primer mes, período en el cual se inicia el proceso de reproducción celular. Este procedimiento bajó a un 2% la posibilidad de restenosis", apuntó el especialista. El problema que plantea el procedimiento es el costo, ya que un stent con medicamentos cuesta tres veces más que uno común. "Cuando bajen los costos, seguramente este método dejará de lado al stent convencional", agregó.
Tratamiento de la obstrucción
Cuando un paciente presenta una obstrucción, se puede tratar a través de pastillas, cirugía o bypass coronario, o mediante angioplastia (tratamiento con catéter). Actualmente en Argentina se hacen por año alrededor de 10.000 angioplastias y 7.000 cirugías. La elección del tratamiento depende de la patología. La técnica con catéter o angioplastia desobstruye la arteria a través de un balón (ingresado al cuerpo a través del conducto) que llega a la zona obstruida. El balón se infla y repermeabiliza la arteria. Este proceso presenta como inconveniente la recurrencia o restenosis: la arteria se retrae y vuelve a cerrarse. En el proceso intervienen tres factores: la retracción elástica, la cicatrización exagerada -producida por una excesiva producción de células- y una fibrosis tardía. Esto obliga a realizar una nueva angioplastia para destapar la arteria.
La implementación del stent o malla metálica que se coloca en el sitio obstruido solucionó la retracción de la arteria y la fibrosis tardía, pero no evita la proliferación exagerada de células. El porcentaje en estos casos oscila entre el 20 y el 30%. A partir de la utilización del stent cubierto con droga, la restenosis disminuyó a un 2%, constituyéndose prácticamente en un tratamiento definitivo.
La Ciudad
