Año CXXXV
 Nº 49.542
Rosario,
miércoles  17 de
julio de 2002
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Sarmiento y el rio parana
Le desfiguran el rostro a golpes en un boliche y frente a dos prefectos
Lo denunció un joven de 22 años que debió ser sometido a una cirugía reparadora. Habría sido tras una gresca

Un joven de 22 años terminó con su rostro desfigurado cuando tras una gresca en el interior de un boliche céntrico fue arrastrado hasta la puerta por un patovica que lo golpeó salvajemente ante la mirada de dos efectivos de Prefectura que no hicieron nada para ayudarlo. Como consecuencia de la golpiza, el muchacho debió ser sometido a una cirugía reparadora en la cara. El hecho fue denunciado en la comisaría 3ª y derivado al juzgado Correccional número 10, desde donde el juez Daniel Acosta dio traslado a su par de Instrucción número 14, Adolfo Prunotto Laborde, tras caratularlo "lesiones gravísimas".
Ocurrió la madrugada del sábado en la Misión del Marinero, un complejo ubicado en Sarmiento y el río Paraná. Gabriel Polidoro llegó hasta allí poco después de medianoche en compañía de dos amigos y todo transcurrió normalmente hasta las 4, cuando uno de los compañeros de Gabriel fue protagonista de una discusión sin importancia con otro muchacho. En el momento en que iban a empezar a pelear, Polidoro "se interpuso entre ellos para que no hubiera problemas y entonces lo atacaron por la espalda", según relató Juan Domingo Polidoro, padre del joven golpeado.

Paliza brutal
"A mi hijo lo agarró desde atrás un patovica. Le cruzó un brazo por la espalda y otro en el cuello hasta dejarlo sin aire, inconsciente. Cuando Gabriel se desvaneció por la sofocación cayó al piso y este tipo lo agarró de la ropa y lo sacó afuera del boliche", comentó Polidoro.
Una vez afuera, Gabriel fue "azotado contra el piso un par de veces y cuando estaba desmayado lo dejaron tirado. Tenía el labio partido, perdió dos dientes, le quebraron la nariz y además casi pierde un ojo, según dijeron los médicos. Además le quedó toda la cara con moretones", recordó Juan Domingo.
Para el hombre, lo más grave de la situación fue que "la escena fue observada por dos prefectos que estaban custodiando el lugar y que no hicieron nada para detener la golpiza a pesar de que los amigos de Gabriel gritaban y pedían ayuda".
Al final, tras insistir ante los dueños del boliche, uno de los amigos de Gabriel logró que desde el local llamaran a una ambulancia que trasladó al muchacho al Heca. Sin embargo, para comunicarse con la policía, el joven tuvo que pedir prestado un teléfono celular. Claro que cuando llegaron los agentes, "mi hijo ya estaba camino al hospital y el patovica había desaparecido", dijo Polidoro.
Tras las primeras curaciones en el Heca, Gabriel fue derivado al sanatorio Plaza donde le hicieron una cirugía reconstructiva del rostro. En tanto, y según trascendió en los Tribunales, en la comisaría 3ª se instruyeron las actuaciones atendiendo la versión dada por los propietarios del boliche, que aducen que fue una pelea "entre dos grupos rivales pertenecientes a clubes de rugby y sin la participación de patovica alguno", manifestó una fuente de la investigación.
El vocero comentó que "el testimonio del pibe es tan elocuente y seguro que el juez descree de la versión asentada por la policía" y agregó que el magistrado ordenó a las Tropas de Operaciones Especiales que allanaran el boliche para ubicar el registro de personal a fin de identificar al patovica, lo que se hizo durante tres horas la tarde del lunes, aunque hasta ayer se desconocía el resultado de la medida.


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