La presencia de los cuatro hombres con sus caras tapadas y armas de grueso calibre en sus manos sorprendió a los titulares y empleados de una firma dedicada al acopio y acondicionamiento de cereales en pleno trabajo. No tuvieron tiempo para nada y sólo obedecieron órdenes. Entonces, los ladrones se alzaron con un botín cercano a los 60 mil pesos. Todo ocurrió poco después de las 13 de ayer en el predio de Productos Agroindustriales SRL, una hectárea ubicada en el cruce de la ruta A-012 y la autopista Rosario-Santa Fe donde se seca y acondiciona el cereal para la exportación. En ese momento, en el lugar estaban los titulares de la empresa, Duilio Bandeo y Alberto Bartolotto, además de cinco empleados administrativos y cuatro operarios que, por estar en la zona de silos, no observaron lo ocurrido. De acuerdo a lo relatado por Carlos, uno de los empleados de la empresa asaltada, "todo fue muy rápido y organizado. Los tipos entraron con sus caras cubiertas por pasamontañas y con armas de grueso calibre en sus manos. Como si conocieran el lugar dos de ellos fueron directamente a la administración mientras los otros se ubicaron estratégicamente en la planta y cerca del ingreso". Tras amenazar a todos las personas presentes, los ladrones obligaron a los administrativos a arrojarse al piso. "Uno de ellos le dio un culatazo en la cabeza a uno de los titulares (Bandeo) como para amendrentarnos a todos y le provocó un pequeño corte. Pero más allá de eso, se los veía muy seguros, muy profesionales, sabiendo lo que hacían", contó Carlos. Con la situación controlada, los delincuentes dieron la orden de abrir la caja fuerte al otro titular de la firma y se alzaron con un botín cuya composición fue detallada por fuentes policiales: sustrajeron 53.800 lecop, 2.800 dólares y 2 mil pesos. Además, los delincuentes robaron los teléfonos celulares del personal y cortaron los cables de los aparatos fijos para evitar una rápida denuncia del hecho. Tras consumar el robo, los cuatro asaltantes ascendieron a un Fiat Duna de color azul con sus vidrios polarizados que los esperaba frente al establecimiento presuntamente con un quinto hombre al volante y desaparecieron del lugar. "Presumiblemente huyeron por la autopista con destino al sur, es decir hacia Rosario", aseguró una fuente policial cercana a la investigación del caso. El empleado que dialogó con La Capital manifestó que "en algo más de cuatro años que la empresa lleva en el lugar es la primera vez que ocurre un episodio así" y confió que "a pesar de estar en un cruce de rutas, la zona es permanentemente transitada ya que está enclavada en una zona industrial de mucho movimiento". Finalmente, Carlos intuyó que "habrá que pensar en poner custodia privada en el lugar", algo que hasta ayer no había sido tenido en cuenta por los titulares de la empresa. "Es muy raro que aquí haya dinero, lo de hoy (por ayer) fue una excepción por un pago que se recibió y se iba a depositar". Una vez conocida la denuncia, personal de la Unidad Regional XVII de policía, con asiento en San Lorenzo, dio aviso a las ciudades vecinas y se montó un operativo cerrojo con la finalidad de dar con los delincuentes pero hasta anoche no se habían localizado pistas. Fuentes de la investigación sospechaban ayer que la banda "que actuó muy profesionalmente y con armas entre las que había dos pistolas 9 milímetros o 45, una escopeta con caño recortado y un revólver, podría haber actuado por una batida y no ser de la zona".
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