Para Laguna, "todo está peor, porque era una alternativa"

El obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, consideró ayer que tras la decisión del gobernador santafesino Carlos Reutemann de no postularse a presidente "todo ha quedado mucho peor, pues era una alternativa". También afirmó que entre los postulantes "quedó gente que no dialoga" y dijo que lo asusta "que no aparezca alguien más cuerdo" para suceder a Eduardo Duhalde.
Laguna dijo que "después de la renuncia de Reutemann todo ha quedado mucho peor. Su figura era una alternativa. Queda gente que no dialoga y me asusta que en el panorama de la Argentina no aparezca alguien más cuerdo".
"Yo tenía un candidato pero dijo no. Era Felipe Solá. Es joven y tiene todas las condiciones", señaló el obispo.
A la líder del ARI, Elisa Carrió, la definió como "una persona un poco apasionada". El obispo sostuvo que le "molesta que siendo una mujer verdaderamente honesta y muy inteligente, no tenga una cierta contención".
Expresó también su disgusto con la imputación de corrupto que se le hace al ex presidente Raúl Alfonsín. "Esto es una injusticia, no se puede mezclar todo. Alfonsín no es Menem", disparó.
El obispo se despachó también contra el gobierno de Eduardo Duhalde. "Creo que ha habido errores muy serios como la pesificación, el modo de devaluar. Yo no digo que no había que devaluar, pero no de la manera que se hizo. Fue caótica", opinó.
Por otra parte, el obispo elogió la labor que desarrollo la mesa del Diálogo Argentino. Al referirse al documento final conocido esta semana, Laguna dijo que en el texto "se encuentran las bases para una salida del país".
En tanto, el líder de Nueva Dirigencia, Gustavo Beliz, advirtió que el país "no puede volver a ser gobernado ni por Alí Babá ni por el Gran Hermano".
Beliz sostuvo: "O la democracia argentina sigue teniendo dirigentes chantas que se venden como si fueran un champú de supermercado, o construimos un claro liderazgo en base a ideas, honestidad y programas de gobierno que concreten una Argentina más justa".
"A la impunidad que representa el «roban pero hacen» reaparecido de la mano de Menem, tenemos que anteponerle el «hacer sin robar» que millones de argentinos están reclamando, porque quieren un país que ponga en marcha obras con transparencia y sin corrupción", concluyó.