Este año, el fenómeno climatológico beneficiará a los países del norte de América, pero empeorará la situación de Filipinas y las naciones más pobres del Africa.
El Niño es una consecuencia de la interacción entre las capas bajas de la atmósfera y las aguas del océano Pacífico tropical. Los vientos alisios soplan más débilmente, las aguas cálidas retroceden interrumpiendo la surgencia de aguas frías y aguas inusualmente cálidas se instalan en el Pacífico central, según explicó el investigador del Conicet Guillermo J. Berri. El especialista dijo que los centros nubosos abandonan Indonesia y Australia provocando sequías y se desplazan hacia el Pacífico central acompañados de lluvias intensas que se extienden hasta la costa de Sudamérica. Las temperaturas de las aguas superficiales tienden a igualarse a través del Pacífico y modifican la estructura de la corriente en chorro que ahora sopla más al sur.
En el hemisferio sur existe la corriente en chorro subtropical que también sufre un cambio similar. Las modificaciones en la intensidad y el derrotero de las corrientes en chorro y sus efectos asociados constituyen el mecanismo principal mediante el cual las anomalías del Niño en el océano Pacífico se propagan hasta regiones tan remotas como Norteamérica, Sudamérica, Africa y la India haciendo sentir sus efectos a través de la modificación de los regímenes climáticos locales.
Las diferencias
En Estados Unidos, el impacto de El Niño comenzará a sentirse en noviembre en el noroeste del Pacífico, donde el clima será ligeramente más seco que de costumbre, dijo la Noaa.
Sin embargo, muchas partes de la nación podrían sentir poco o ningún impacto de El Niño debido a que es muy débil. "En general, este El Niño es un buen augurio para Estados Unidos", dijo Vernon Kousky, un meteorólogo de la Noaa.
"Será bueno para la gente en los estados del norte que ha estado preocupada por la calefacción en sus hogares en invierno, y es bueno para la Costa del Golfo, que ha tenido una sequía de varios años", dijo Kousky.
El Niño de este año no será lo suficientemente fuerte como para bloquear la temporada de huracanes del Atlántico, señaló. En mayo, la Noaa pronosticó entre nueve y 13 tormentas tropicales durante la temporada, de las cuales de seis a ocho se podrían convertir en huracanes.
Indonesia seguramente tendrá un clima más seco, mientras el sur de Estados Unidos tiene un clima más húmedo.
El gobierno filipino dijo que espera que El Niño provoque un clima más seco en el cuarto trimestre del año que afectará su cosecha de arroz. En el sur de Africa, las autoridades han advertido que una hambruna que afecta a la región podría empeorar debido al impacto de El Niño en las cosechas.
La Ciudad
