| | Baleado en el asalto a una estación de servicios Un ladrón fue herido y otro cayó preso al tirotearse con la policía tras un robo en Mendoza y Cullen
| Los policías llegaron en un auto particular a una estación de servicios de la zona oeste de la ciudad con la intención de cargar nafta, cuando sorprendieron a un muchacho en momentos en que asaltaba al playero y lo detuvieron. Lo que parecía un procedimiento de rutina derivó en escasos minutos en una balacera cuando otro maleante salió del minimarket y abrió fuego con un revólver. El tiroteo terminó con uno de los ladrones herido y el otro preso. Según informó la policía, el suceso ocurrió pasada la medianoche de ayer en la estación de servicios YPF, de Mendoza y Cullen. A esa hora un agente y oficial de la seccional 14ª llegaron al comercio en un auto particular para cargar combustible, pero no pudieron hacerlo. A unos pocos metros, sobre un surtidor, el playero, Sebastián Oliva, de 27 años, forcejeaba con un muchacho armado que ya se había apoderado de la billetera del trabajador. Los efectivos decidieron intervenir para impedir el atraco. Uno de ellos empujó al maleante al suelo casi al mismo tiempo que "de una patada" el arma salía disparada al centro de la playa. Cuando la situación parecía controlada, Oliva advirtió a los policías que otro ladrón estaba en el interior del minimarket. Frente a él se hallaba la chica que lo atendía, Brenda Rosano, de 23, que ya le había entregado el dinero y algunas tarjetas telefónicas. El agente apenas pudo recorrer unos metros hacia el minishop. Un grito amenazante y un revólver calibre 22 apuntando a su cuerpo lo paralizaron. "Bájala o te quemo", exclamó el ladrón. El efectivo no había reaccionado cuando dos balazos disparados por el asaltante pasaron cerca de su cuerpo. Sin perder tiempo, el maleante corrió unos metros y se apoderó de la otra arma que había quedado en el suelo casi al mismo tiempo que el oficial entraba en acción. El uniformado gatilló su pistola nueve milímetros y un balazo impactó en el pecho del asaltante. El delincuente cayó al suelo y no se desprendió de las armas a pesar de estar herido. El otro efectivo efectuó, según la fuente consultada, dos disparos "intimidatorios" para obligarlo a deshacerse de los revólveres. Y como no lo hizo, gatilló nuevamente la pistola 9 milímetros y esta vez el balazo pasó cerca del cuerpo del maleante, aunque un proyectil lo rozó en el mentón. El ladrón, identificado como Ramón José Díaz, de 22 años, entregó en ese momento las armas y fue detenido, para ser trasladado al Hospital de Emergencias. "Parece increíble, pero esta tarde (por ayer) le dan el alta porque la bala no le afectó ningún órgano", comentó el subcomisario Horacio Valenzuela, subjefe de la comisaría 14ª. El otro ladrón, Nelson Claudio Segovia, de 21 años, fue detenido con parte del botín robado, unos 115 pesos.
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