Año CXXXV
 Nº 49.535
Rosario,
miércoles  10 de
julio de 2002
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cartas
Pregunto y opino

¿Los hijos de mi patria no pueden ser felices? ¿Se los somete a un sacrificio para que se rebelen? ¿Qué tienen que hacer? Me parece que hay que suprimir esos sacrificios. Es muy necesario un gran esfuerzo de parte de los que tienen y pueden, porque sé perfectamente que sí tienen y pueden. Porque sé perfectamente que si se consigue conciliar ese esfuerzo, nuestro pueblo explotará de alegría y enfrentará cada día una situación cambiante, en donde la injusticia sea reemplazada por la dignidad y la felicidad. Pero esto requiere la atención de un objetivo político que elabore la grandeza de la Nación, para que la injusticia sea desterrada y surja una comunidad organizada y feliz. Nuestro pueblo no puede renunciar al destino porque sería un sentimiento suicida, debe apoyarse en las organizaciones férreamente unidas y solidarias y allí todos en general encontrarán la razón y la verdad aspirando al más profundo equilibrio, político social y cultural.
Chela Pazos


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