Los grandes banqueros de la Argentina reclamaron ayer al gobierno que es necesario ponerle un cepo al drenaje de depósitos que se viene produciendo por medio de los amparos judiciales. El planteo se efectuó en el transcurso de una reunión que mantuvo la plana mayor de la Asociación de Bancos (ABA) con el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Los ejecutivos también le pidieron al jefe de Hacienda la eliminación de un artículo del decreto del Plan Boden, que obliga a las entidades a desistir de futuros juicios al Estado al canjear los depósitos reprogramados por títulos públicos. Aunque no les colmaron sus deseos, los banqueros se llevaron al menos un premio consuelo, porque podrán firmar la operatoria de suscripción bajo reserva.
Alineados con el pedido que viene planteando el Fondo Monetario Internacional (FMI) a los negociadores argentinos, los banqueros exigieron al gobierno una fórmula para evitar la salida de fondos del sistema financiero y en tal sentido volvieron al ruedo con la necesidad de que se instrumente un plan compulsivo de canje.
Otra posibilidad pasa porque la Corte Suprema de Justicia les ponga fin a los amparos judiciales, pero esta salida está trabada por una cuestión política: los magistrados del alto tribunal quieren que el gobierno desestime el juicio político a la Corte como para avanzar en el tema del antigoteo.
Teniendo en cuenta que se demore la solución política, el sector financiero optó por el camino del pedido de canje compulsivo para acelerar los tiempos y frenar el drenaje de fondos, especialmente luego de la escasa adhesión de los ahorristas por el Bono Optativo del Estado Nacional (Boden) 2005.
Pese a la negativa oficial, fuentes del sector privado comentaron que los banqueros reiteraron sus críticas al sistema de bonos optativos, sobre todo a la luz de la mala performance que tuvo la licitación del título a tres años y en dólares que originalmente venció el viernes, pero cuyo plazo de aceptación fue abierto hasta el 16 por Economía.
En esa fecha también vence el plazo para canjear depósitos por títulos en dólares a 10 años y medio y en pesos a 5 años que se ofrece para la mayoría de los ahorristas atrapados en el corralito.
Hasta el viernes hubo plazo para canjear depósitos reprogramados por Boden, pero se dispuso la prórroga hasta el 16 de julio pues sólo se aceptaron ofertas por unos 23 millones de pesos.
Por otra parte, los banqueros nucleados en ABA reclamaron por la impugnación del artículo 31 del decreto 905/02, o en su defecto la suspensión, porque consideran que inhibe a los bancos a efectuar eventuales reclamos.
"Es un tema delicado porque se trata de atar las manos al sector bancario", dijo una alta fuente de ABA.
Ante la requisitoria de los bancos, la cartera económica finalmente aceptó que las entidades financieras firmen esta operatoria, pero puedan "hacer reserva" de efectuar acciones judiciales complementarias.
Si bien en la práctica esto podría derivar en planteos de los bancos para aplicar el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), la indexación de los créditos y depósitos por la aplicación de la inflación, eso no podría concretarse debido a las leyes que lo derogaron, informaron fuentes del Palacio de Hacienda.
Pese a la presión de los banqueros, Lavagna volvió a negar ayer que el gobierno nacional contemple la instrumentación de un canje compulsivo de bonos y admitió que lo único que afecta la formulación de un sistema monetario es el goteo de dinero que se produce vía amparos judiciales.
De este modo, el titular de Hacienda reconoció uno de los reclamos que le hicieron los banqueros de ABA sobre la necesidad de frenar la salida de depósitos a través de la Justicia.
Respecto a la problemática que exhibe el goteo de fondos del corralito, el ministro manifestó que "frenar los amparos está fuera de las manos de quien hace la política económica, Economía, y monetaria, el Banco Central".
"Los amparos no sólo no han parado sino que en junio fueron mayores que en los meses precedentes", explicó Lavagna.
Además de Lavagna, participó del encuentro el subsecretario de Financiamiento, Leonardo Madcur, quien junto al secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, estuvieron a cargo del diseño del canje optativo.
En representación de ABA estuvo presente su presidente y titular del BankBoston, Manuel Sacerdote.
El derecho de los depositantes
Por otra parte, Lavagna reconoció que "es perfectamente legítimo" que los ahorristas opten por mantenerse como acreedores de los bancos y desestimen el programa de bonos oficial.
"No hay que modificar nada" en materia de bonos, expresó Lavagna, explicando así que "todo el esquema que armamos es lo más voluntario posible donde la gente pudiera expresarse lo más libremente posible".
"Si los depositantes prefieren quedarse con su crédito respecto del banco en lugar de un crédito contra el Estado vía bonos, es una manera totalmente legítima que exprese sus intereses", reiteró.
El presidente Eduardo Duhalde consideró al respecto que la escasa aceptación que tuvo entre los ahorristas el Boden 2005 tuvo que ver, en parte, con que "el Estado no hizo la publicidad necesaria" y reiteró que no se va a instrumentar un bono compulsivo para los depositantes. "Los bancos están morosos y el Estado no hizo la publicidad necesaria para difundir el tema", dijo.
No a la hiperinflación
Lavagna anticipó ayer que Economía trabaja en la confección de los pliegos para designar a un asesor financiero internacional que se ocupe de armar un paquete de refinanciación de los compromisos pendientes con bancos y acreedores externos.
"La negociación con deudores externos no se puede empezar hasta tanto no se cierre con el FMI, Banco Mundial y el BID. Eso no impide que se vaya trabajando en otras cosas", dijo.
El ministro dijo que oportunamente le advirtió al propio titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Kohler, que la Argentina "no aceptará la hiperinflación" y consideró que el frente fiscal "está aceptablemente bien en la Nación y las provincias".