Carlos Roberto Morán / La Capital
El gobernador Carlos Reutemann, que mantiene su indefinición sobre si será precandidato a presidente en la interna del PJ, ayer siguió considerando la situación con encumbrados dirigentes del peronismo santafesino y habló con Elisa Carrió, quien en una carta le pidió que reflexionara sobre la necesidad de que caduquen todos los mandatos antes de formalizar su candidaturas a la primera magistratura nacional.
El mandatario santafesino, quien hasta anoche incluso mantenía la incógnita sobre si viajaría o no a Tucumán para participar con el presidente Eduardo Duhalde de los actos centrales por el Día de la Independencia -y obviamente hablar de la candidatura presidencial- recibió por separado, entre otros, a los diputados nacionales Héctor Cavallero y Julio Gutiérrez, al presidente de la Cámara de Diputados provincial, Alberto Hammerly, el senador provincial Domingo Esquivel, el diputado provincial Jorge Giorgetti, el concejal rosarino Norberto Nicotra y el histórico dirigente de Rafaela Hipólito Barreiro, quien le pidió a Reutemann que acepte la candidatura porque "es el único capaz de salvar a la Argentina".
Más allá de todos los contactos, Reutemann mantiene su hermetismo aunque, al parecer, cada día que pasa se acerca más al sí que al no, pese a que se sabe que el actual no es un escenario que termine de convencerlo.
"Siente que hoy por hoy no domina la situación y eso lo tiene muy preocupado", admitió a La Capital un allegado.
Se supo que en su extenso diálogo de más de una hora con Cavallero, Reutemann habría manifestado su preocupación por el día después. "El Lole no le tiene miedo ni a la interna ni a la externa, pero sí está preocupado por la gobernabilidad", comentó el ex intendente.
Reutemann quisiera que Duhalde ya hubiese solucionado el problema del corralito y sabe, además, que al nuevo presidente le aguardarán gravísimos problemas, como el pago de 20 mil millones de dólares por la deuda que -recordó Cavallero- "equivale a dos presupuestos nacionales" y que por consiguiente será prácticamente imposible de pagar.
Además el mandatario quisiera ver concretados lo que califica de "gestos patrióticos", tales como que se produjera la caducidad de mandatos de los legisladores nacionales, o que los integrantes de la Corte pusieran a disposición del nuevo presidente sus renuncias. También habría admitido preocupación por el hecho de que un grupo de caracterizados empresarios argentinos están pidiendo que una deuda equivalente a 35 mil millones de dólares por medio de un seguro de cambio se transforme en definitiva en una nueva deuda pública.
A Reutemann no terminan de convencerlo tanto esos como otros hechos que -teme- atenten contra la gobernabilidad del próximo presidente, como lo que puede aguardarle en la interna si llega a enfrentar a Carlos Menem. No por nada dijo públicamente que la interna "estaba presentándose algo sucia".
Acompañado por el diputado Giorgetti y Rafael Folournier, asesor de prensa del gobernador pampeano Rubén Marín, estuvo ayer en el despacho de Reutemann el reconocido consultor Hugo Haime, quien le hizo conocer al gobernador los resultados de distintas encuestas que lo ubican en el primer puesto de las preferencias de los electores (ver aparte).
Folournier, por su parte, aclaró que acompañaba a Haime por cuestiones laborales y que no llevaba ningún mensaje del gobernador pampeano: "Marín no necesita de ningún intermediario para hablar con Reutemann".
Giorgetti, que los acompañaba, dijo a su vez, en relación a la eventual candidatura de Reutemann, que "no es bueno que existan tantas presiones; él siempre tomó sus decisiones con tranquilidad y en forma racional; por ese motivo me parece que tenemos un mes o un mes y medio por delante para que termine de analizar el tema con la responsabilidad que la está haciendo".
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