Santa Fe

Tres detenidos por levantar un auto con una nena adentro

Los empleados del servicio de estacionamiento medido serían procesados por secuestro

Atilio Pravisani / La Capital

Santa Fe. - Los inspectores del Servicio de Estacionamiento Medido (SES) que la semana pasada se llevaron con la grúa un auto con una niña de siete años adentro podrían ser acusados del cargo de secuestro de menores por el juez de instrucción que entiende en la causa, Rubén Saurin. Por esta razón permanecen detenidos luego de habérseles tomado declaración indagatoria.
Daniel Duero, Pablo Molina y Mauro Crespi fueron detenidos por el magistrado tras la denuncia por secuestro de persona efectuada por Gabriel Höehl, propietario del vehículo y familiar de la menor. El operativo en cuestión fue realizado por los integrantes del SES, quienes dispusieron la remoción del automóvil Fiat 147 estacionado en calle Salta, frente al hospital Cullen, sin tener en cuenta que en su interior se encontraba una menor de siete años.
En el caso también aparece implicado el contador de la firma concesionaria, Cristian Cuberli, quien recibiría el cargo de encubridor de la maniobra, por lo cual también podría ser procesado junto con los otros implicados en este tema que conmocionó a la capital provincial.
Por otra parte, ayer se conoció que una mujer, llamada María Judith Tenca, ratificó sus declaraciones en la seccional 4ª de policía. La testigo aseguró que los inspectores que llevaban el vehículo con la grúa fueron advertidos de la presencia de una niña en su interior, sin embargo continuaron la marcha sin detenerse, hasta prácticamente ingresar al playón de estacionamiento del SES.
Al hacer su descargo, en un primer momento la empresa afirmó que se trataba de un error involuntario ya que la nena estaba acostada en el interior del auto y que los inspectores no notaron su presencia. En este sentido, argumentaron que los vidrios del auto se encontraban empañados. Pero la testigo sostuvo que ella siguió con su vehículo a la grúa y que varias cuadras antes de llegar al corralón de la empresa, le hizo señas y le tocó bocina.