Ediles villenses se oponen a un aumento de las tasas

Los peronistas adelantaron su rechazo al incremento del 15 por ciento propuesto por el Ejecutivo

Osvaldo Flores / La Capital

Villa Constitución. - El Concejo rechazará la pretensión del Departamento Ejecutivo de aumentar las tasas municipales en un 15 por ciento, y también se opondrá a las sanciones previstas para contribuyentes morosos. El proyecto aún se encuentra en las comisiones del cuerpo deliberativo, pero los ediles justicialistas adelantaron que harán valer su mayoría en el recinto para frenar el intento, al que calificaron como "una locura".
Mientras tanto, el Ejecutivo logró vía libre para el lanzamiento de un plan de regularización de tributos impagos, que comenzó la semana pasada y se extenderá por un mes. Según la publicidad oficial, quienes luego de este plan de facilidades continúen adeudando tasas podrán ser pasibles de sanciones, como por ejemplo la disminución de la provisión del servicio de agua potable.
Precisamente, esta posibilidad fue severamente cuestionada por el justicialismo en la última sesión del Concejo, en la cual el edil Alejandro Longo intimó al Departamento Ejecutivo a suspender la publicidad oficial que da a conocer sanciones que el cuerpo colegiado "no aprobará", sostuvo.
Por su parte, el concejal Javier Garceche no ahorró críticas al proyecto: "Es una locura. El sistema planteado es injusto, porque contempla aumento de tasas con moratoria y reducción de servicios, mientras que para el contribuyente que se encuentra al día no ofrecemos absolutamente ningún beneficio y, por el contrario, lo premiamos con un aumento".
Según explicó Garceche, en la anterior moratoria implementada por el municipio, "cuando se inició el plan pagaban 5.144 contribuyentes, ahora sólo pagan 3.800, y en la próxima serán nada más que 3.000 los que pagarán".
"El problema de la Municipalidad -añadió- es mucho más profundo que el de los ingresos. Es fiscal, y también tiene que ver con los egresos. En 1991, ley de convertibilidad mediante, se adquirió una estructura subsidiada. El primer golpe vino con el pacto fiscal de 1992, cuando este municipio dejó de percibir unos dos millones de pesos por coparticipación. El segundo se lo pegan en el 97, con la nueva reestructuración provincial, y esta crisis de diciembre terminó definitivamente de dar por tierra con las economías municipales". La gravísima situación económica y financiera por la que atraviesa el municipio se profundiza día a día a partir de los altos índices de morosidad que, entre otras cosas, provocan que la cada vez más escasa recaudación no alcance siquiera para el pago de los sueldos de los 600 agentes municipales.
"Aquí hay que rediseñar con urgencia un nuevo Estado municipal, porque no podemos transferirle a la gente la ineficacia oficial. Yo no comparto ningún ideario liberal, pero nadie en su casa gasta diez cuando le ingresan sólo ocho. Se impone entonces una reforma en serio, donde debemos estar los políticos pero también toda la estructura municipal", concluyó Garceche.

La oposición ya adelantó su negativa sobre el proyecto.