Año CXXXV
 Nº 49.534
Rosario,
martes  09 de
julio de 2002
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Mar del Plata
Ejemplo de vida en los Juegos Interescolares
Los alumnos especiales Leandro Jurado y Claudia Sosa tuvieron una destacada labor en natación y atletismo

Mariano Bereznicki / La Capital

Vivieron lo que para muchos es un sueño imposible de realizar. Quizás no perciban con todos sus sentidos lo que lograron por la condición que el destino les deparó. Pero para una buena parte de la sociedad es muy importante el papel que desempeñaron Claudia Sosa y Leandro Jurado, alumnos con necesidad de educación especial, en los Juegos Deportivos Intercolegiales Nacionales que se desarrollaron días pasados en el complejo turístico de Chapadmalal y distintas sedes deportivas de Mar del Plata, que contaron con la organización de la Secretaría de Turismo, Deporte y Educación de la Nación. Y la delegación de Santa Fe obtuvo un total de 28 medallas en el torneo, de las cuales 25 las consiguieron los chicos especiales y ocho de ellas estos dos rosarinos que son entrenados por el profesor Ricardo Donoso. Fue por este ejemplo de vida que Ovacion los reunió para que narraran su primera experiencia fuera de la ciudad y sin el afecto directo de sus padres.
Mientras estuvieron en Mar del Plata había momentos en que tanto a Claudia como a Leandro se los notaba nerviosos. Pero también es cierto que había instantes en que sobre sus inocentes rostros se dibujaba una constante sonrisa.
Es que nadie puede negar que fue duro poder absorber durante varios días el trago amargo de saber que los seres más queridos se encontraban muy lejos de la Ciudad Feliz.
Pero más allá de eso, estos jóvenes atletas rosarinos obtuvieron varias medallas, de las cuales siete fueron conseguidas por la alumna de la Escuela Gronet, quien se destacó en natación y atletismo.
Pero Leandro, quien pertenece al Colegio Santa María, no se quedó atrás y también sumó la suya en la pileta. Fue en los 25 metros libre. Y también tuvo su buena participación en atletismo, pero por una cuestión de organización no pudo ser coronado como correspondía.
"Lo lindo de estos Juegos fue que estábamos todos en la mismas condiciones, no había ventajas de ningún tipo y entre todos los profesores o competidores tratábamos de ayudarnos en lo que fuera necesario", dijo el profesor Ricardo Donoso al comenzar a narrar la experiencia.
"El hecho de poder participar en el torneo ya me dejaba conforme. Esa es la verdad, porque en realidad no les exigíamos a los chicos que ganaran una medalla. Porque en este caso no se trataba de eso. Después las cosas se fueron dando de una manera hasta casi impensada para nosotros mismos. No voy a ocultar que me sorprendieron más de lo que imaginaba", prosigió Donoso muy orgulloso de sus alumnos.
Pero hay cosas que van más allá de lo deportivo. Y tiene que ver con lo que sintieron Claudia y Leandro mientras estaban en Mar del Plata disfrutando por primera vez en su vida del mar, las olas y lo que para ellos era nuevo.
"Me gustó ver cómo es el mar y además junté muchos caracoles que después se los regalé a mi mamá y a mi papá", comentó Claudia. En tanto Jurado, algo más tímido que Sosa, admitió que le gustaron mucho los lugares que conoció y que hizo muchos amigos.
Por su parte, el profe manifestó: "La emoción que uno siente al ver a sus alumnos en el podio no tiene precio. Pero quiero aclarar que en este caso lo único que deseaba era poder verlos compitiendo, como uno más del grupo, ese era, aunque parezca mentira, realmente mi único deseo".
Quizás pasen algunos días y los logros que obtuvieron estos chicos queden archivados en el cajón de los recuerdos. Pero el objetivo de aquellas personas que trabajan con este tipo de alumnos no es ese.
Porque saben que necesitan un constante seguimiento y atención en pos de mejorar su nivel de vida y sobrellevar su manera de enfrentarse a la sociedad.
Es por eso que para quienes laburan a destajo, en el anonimato y sin hacer demasiado ruido, el principal objetivo es que se siga apoyando a estos alumnos.
"Es muy importante que las autoridades nos brinden su apoyo. Yo pertenezco a una coordinación que está encabezada por Irma Medina y secundada por el profesor Melita y Jorge Ambrogio. Y gracias a ellos muchos chicos con necesidades educativas especiales pueden desarrollar una disciplina deportiva. También me permite poder formar parte de esta linda historia que ahora tiene como protagonistas a Claudia y a Leandro", concluyó un orgulloso Ricardo Donoso.



Leandro y Claudia, con su profesor Ricardo Donoso.
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