Un comerciante argentino, que había viajado hacia Uruguay, fue secuestrado por una banda que inicialmente pidió 10 mil dólares de rescate, pero que lo terminó ejecutando a balazos e incinerando su cuerpo dentro de su auto en la localidad de Canelones, vecina a Montevideo. Mihran Mamprelián, de 56 años, era propietario de una casa de alfombras y antigüedades ubicada en la esquina de Viamonte y Esmeralda, en pleno microcentro porteño. Las autoridades diplomáticas argentinas divulgaron la identidad de la víctima y señalaron que solía viajar asiduamente a la ciudad de Punta del Este, donde tenía un departamento. Las primeras pericias forenses, según el embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño Meyer, revelaron que el cadáver de Mamprelián presentaba dos impactos de bala en la espalda y quemaduras en distintas partes del cuerpo. El empresario, nacido en el Líbano y nacionalizado argentino, había viajado al Uruguay el domingo a la mañana para atender algunos negocios. Lo hizo en Buquebús, llevando a bordo su auto, un Renault Megane Scenic. La embarcación lo dejó en Colonia a las 12.30 del mediodía. A partir de ese momento comenzó el terror. Pocas horas después de haber llegado, el comerciante fue interceptado por una banda que lo secuestró y se lo llevó dentro de su propio auto. Los investigadores sospechan que los delincuentes le exigieron al hombre todo el dinero, pero como tenía poco efectivo en su poder le pidieron los códigos de las tarjetas para sacar plata de algún cajero automático. "Pero como el botín era muy escaso debido al corralito bancario que impide sacar más dinero de los cajeros, los delincuentes decidieron arremeter con el secuestro", dijo Patiño Meyer. Los secuestradores le pidieron el teléfono celular a Mamprelián y realizaron la primera llamada a sus familiares. "Tenemos secuestrado a Mihran en Uruguay. Queremos 10 mil dólares o lo matamos", fueron las frías palabras de uno de los captores. Los familiares dieron aviso de inmediato a la Policía Federal Argentina, que dio intervención a los expertos de Delitos Complejos. Cerca de las 22.30 hubo una segunda comunicación telefónica, pero esta vez realizada por el propio Mamprelián, quien volvió a pedir a sus familiares que pagaran el rescate. "La familia le explicó que no contaban con billetes de dólares pero podían darle a cambio pesos. Y dieron detalles sobre cómo concretar el pago de la operación", dijeron fuentes policiales. Incluso plantearon que los familiares de Mihran salieron para Uruguay. Pero por causas que aún se desconocen, los secuestradores perdieron la paciencia. Una hora después, vecinos de la localidad de La Paz, a 22 kilómetros de Montevideo, vieron un fogonazo y un auto ardiendo en la esquina de Herrera y Teresa Rodríguez, por lo que avisaron a los bomberos. Cuando los bomberos llegaron al lugar y sofocaron las llamas, se encontraron en la parte trasera del vehículo el cadáver semicalcinado de un hombre. Según los informes uruguayos, de acuerdo a las primeras pericias tenía dos disparos en el pecho que habían sido efectuados a quemarropa, y su cuerpo había sido tomado por las llamas. Hasta anoche no se había encontrado ni el arma ni el plomo, y personal de la Brigada de Homicidios de la policía uruguaya trataba de localizar pistas que permitieran llegar hasta los responsables del hecho. Ayer los hijos de la víctima se encontraban en el consulado argentino en Montevideo realizando los trámites para poder trasladar el cuerpo de su padre hacia la Capital Federal. El propio Patiño Meyer confirmó que por el momento no hay detenidos por el caso. (DyN-Télam)
| El auto incinerado en La Paz, cerca de Montevideo. | | Ampliar Foto | | |
|
|