Después de las vacaciones que generó la polémica en torno al retorno de Jorge Boasso al Concejo Municipal, los ediles rosarinos resolvieron no tomar el receso invernal que iban a iniciar el 10 de julio próximo. La decisión se selló la semana pasada en la comisión de Labor Parlamentaria, con unanimidad de los bloques. Según explicó el radical Raúl Milano, autor formal de la propuesta, dos son los objetivos que se persiguen: por un lado, tratar la mayor cantidad posible de los proyectos pendientes; por otro, evitar unas vacaciones que de seguro resultarían demasiado "irritativas" para los rosarinos.
Con la suspensión de este receso invernal parecen confirmarse las palabras que, en julio de 2001, profirió el por entonces titular del cuerpo, Pablo Cribioli: "Las vacaciones de invierno para los concejales van camino a desaparecer". Así, en vez de tomarse los 15 días reglamentarios el año pasado los concejales decidieron duplicar la sesión semanal y meter pata en las reuniones de comisión.
Este año la actividad del Concejo no será tan a la japonesa, pero al menos respetará el ritmo de sesiones habitual. "Simplemente se extiende el período ordinario", explicó el concejal Oscar Urruty, titular de la comisión de Planeamiento del cuerpo.
Entre las iniciativas que Urruty cree merecerían ser tratadas durante las semanas ganadas al receso figuran la reconversión del Parque Nacional a la Bandera -más conocida como el proyecto del minipuerto Madero rosarino- y la puesta en valor urbanístico de la zona portuaria norte.
La primera de las propuestas ya tiene el okey de Planeamiento y de Ecología, pero está trabada en la comisión de Presupuesto, donde se analizan las variables económicas que juegan en el proyecto. Al respecto, Milano opinó que "este es un momento en el que hay que ser muy mesurados". Básicamente, porque la crisis económica puede hacer fracasar "hasta la oferta más tentadora".
En carpeta
En esa línea, el concejal recordó un rosario de proyectos urbanísticos caídos y alertó sobre la posibilidad de impulsar nuevas propuestas que se sumen como otras tantas frustraciones. Si su análisis es correcto, posiblemente estas iniciativas sean trabajadas en comisión, pero difícilmente llegarán al recinto en las dos últimas semanas de julio.
"Creo que hay otra larga lista de proyectos que merecen ser aprobados ya por el Concejo", dijo. Entre ellos mencionó, por ejemplo, la autorización para que las unidades del transporte urbano puedan ser recarrozadas, lo que "generará trabajo" y a la vez constituirá "una alternativa viable para que los vehículos en buen estado no tengan que salir de circulación", aun en la hipótesis de una nueva licitación del sistema hacia fin de año.
La noticia publicada ayer en La Capital sobre el avance de las obras para un hotel y casino en la ciudad entrerriana de Victoria también agitó el avispero. Así, Milano anunció que el Concejo podría tratar en las próximas semanas un proyecto sobre el futuro casino en Rosario, incluidos localización, horarios y condiciones para la inversión.