Alrededor de cincuenta personas resultaron heridas ayer, tres de ellas de gravedad, durante el primer encierro de los Sanfermines, la popular fiesta taurina que se celebra en la ciudad navarra de Pamplona, en el norte de España.
Una estadounidense de 19 años, un australiano de 20 y un español de 32 años fueron embestidos por las astas de los toros de hasta 700 kilos y fueron trasladados al hospital con heridas de diversa consideración, según indicó la Cruz Roja. Además, un británico de 32 años se quebró la nariz al caerse.
Con una duración de siete minutos, el encierro duró casi el doble de lo usual. Además, fue especialmente peligroso dado que los toros se resbalaban en las calles mojadas o se separaban del rebaño para lanzarse sobre algunas personas. Los animales de la ganadería Domecq soltados ayer son considerados especialmente agresivos.
Hasta el 14 de julio, se sueltan cada mañana seis toros por las estrechas calles de la ciudad vieja, que son conducidos hasta la arena, donde por la tarde son faenados por los toreros. Miles de personas acuden allí para recorrer el trecho de 825 metros de largo bajo la amenaza de los toros. Como arma, sólo se permite un diario enrollado.
Disputa política
Los Sanfermines 2002 comenzaron anteayer con el tradicional "chupinazo", el lanzamiento del cohete que cada año inaugura las famosas fiestas inmortalizadas por Ernest Hemingway en su novela "Fiesta".
Sin embargo, la fiesta se vio enturbiada por una disputa política. El honor de encender el cohete para la inauguración del festejo debería haber recaído este año en un consejo municipal del partido vasco Batasuna, que es considerado el brazo político de la organización separatista vasca ETA.
Sin embargo, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, desautorizó a Batasuna y no le permitió lanzar el chupinazo. Finalmente el socialista Roberto Jiménez, de 28 años, encendió el cohete. Dos policías resultaron heridos en enfrentamientos con seguidores de ETA.
Hasta el 14 de julio, se esperan en Pamplona 1,5 millón de turistas de todo el mundo, que acuden sobre todo a ver y participar en los encierros, las sueltas de toros por las calles de la ciudad. (DPA)