Con la colocación de una placa con su nombre en la sala de guardia de la seccional 17ª, último destino donde trabajó, la Unidad Regional II rendirá hoy un homenaje al agente Alexis Salguero, quien fuera asesinado de un balazo en la nuca por un delincuente que junto con tres cómplices intentó rescatar a sangre y fuego a un recluso internado en el Hospital Carrasco.
Ayer, a las 15.30, se cumplió exactamente un año del ataque en el que fue baleado el policía, un episodio con pocos precedentes en la ciudad por la violencia con la que fue ejecutado. Salguero, quien era oriundo de la localidad de Manuel Escalada, fue atacado por la espalda y recibió un tiro en la nuca que le produjo la muerte hace hoy un año. Por el crimen se encuentra detenido y procesado Carlos Capansi, un muchacho de 24 años señalado por la investigación judicial como el autor material del mortal disparo.
Aquel sábado a la tarde Salguero estaba como custodio del preso Juan Eduardo Gómez, de 27 años, quien se encontraba internado en la habitación 2A del Hospital Municipal Gabriel Carrasco afectado por un cuadro de tuberculosis agravado por el virus de HIV. En ese momento Gómez era acompañado por una hermana menor de edad, mientras el agente policial lo vigilaba sentado en una silla ubicada en el pasillo, junto a la puerta de la habitación.
Una visita sin sospechas
Todo ocurrió de una forma tan sorpresiva como violenta. Nadie en el plantel del hospital notó nada extraño cuando dos muchachos y una chica ingresaron al nosocomio como si fueran a visitar a un pariente. Según la secuencia reconstruida por la policía, los tres desconocidos encararon directamente hacia el policía. Lo redujeron por la espalda y, sin darle tiempo a reaccionar, le descerrajaron un balazo a quemarropa en la nuca con una pistola Browning 9 milímetros.
El trío no le robó el arma reglamentaria, pero sí las llaves de las esposas que sujetaban a Gómez a los barrotes de la cama y lo liberaron. A partir de ese momento protagonizaron una estrepitosa huida: atravesaron a la carrera una puerta vidriada que da al exterior de la sala, ganaron los parques del hospital y saltaron un tapial que da a calle Río de Janeiro.
Dos horas después, el prófugo fue recapturado cuando se escondía en una vivienda de pasaje Sotomayor al 600, en la zona noroeste de la ciudad. También fue detenida su hermana, quien lo visitaba al momento de la evasión, mientras que los tres integrantes del grupo que llegó para ayudar en la fuga estuvieron prófugos un tiempo más.
El último en caer preso fue Carlos Capansi, quien de acuerdo a la investigación que realizó al policía y el juez Luis María Caterina fue la persona que disparó contra Salguero.
Capansi fue detenido el 1 de agosto de 2001, a 20 metros de la entrada de los tribunales provinciales, cuando supuestamente iba a entregarse y la policía montó un simulacro de operativo. Ante los policías el hombre habría confesado la autoría del crimen y argumentó que no quiso disparar, que el tiró se le había escapado y que se arrepentía de lo sucedido. Sin embargo, ante el juez Capansi se manifestó inocente.
A principios de este año, la causa pasó a la jueza Raquel Cosgaya, quien en marzo pasado procesó al joven como autor de homicidio calificado por alevosía.