Tres mujeres detenidas por el delito de supresión de identidad y un bebé de pocos días de vida entregado en guarda en un hogar son las consecuencias de un drama social en el que se cruzan el hambre, la miseria, el abandono y el arrepentimiento.
Todo se inició hace 10 meses cuando Viviana S., una joven de 21 años oriunda de la ciudad de Tostado y afincada con su familia en una casilla de la villa miseria de Felipe Moré al 500 quedó embarazada de una relación ocasional que tuvo con un hombre que no volvió a ver.
Tras conocer su estado de embarazo, y por temor a represalias de una familia que vive en la indigencia, la muchacha pensó en deshacerse de la criatura que gestaba en su vientre.
La situación fue conocida por una vecina del asentamiento, Carmen S., de 30 años, quien le ofreció a Viviana entre 1.000 y 1.500 pesos a cambio del bebé asegurándole que la criatura estaría en buenas manos: la de su hermana de 22 años que vive en el conurbano de la provincia de Buenos Aires.
Viviana, acorralada por la situación, aceptó el trato y el pasado 23 de junio, cuando empezó a sentir los dolores naturales del parto, le avisó a su vecina. Entonces, juntas fueron hasta el Hospital Provincial, donde la joven quedó internada y dio a luz a un varoncito en perfecto estado de salud.
Cambio de identidad
A la hora de hacer el certificado de nacido vivo en el hospital, y según lo acordado por las mujeres, el bebé fue inscripto con el nombre y el apellido de su madre sustituta sin que al parecer los médicos conocieran la situación irregular.
Al otro día, Viviana recibió el alta médica y en la misma puerta del hospital se despidió del bebé que había gestado. Pero no se fue con las manos vacías, en sus bolsillos llevaba algo más de 1.000 pesos en efectivo.
Claro que cuando Viviana llegó a su casa empezó a escuchar el reproche de los mismos familiares que antes la habían recriminado por haber quedado embarazada. En esta ocasión la trataron de insensible y le exigieron que revea su decisión.
Tras dos días de angustia, Viviana se presentó en el juzgado de Instrucción número 12, donde contó con lujos de detalle todo lo sucedido y entonces se dio intervención a la División Seguridad Personal de la Unidad Regional II de policía.
Desde esa dependencia policial, con los datos aportados por Viviana, se inició una pesquisa que permitió localizar a la vecina de la chica y a su hermana, a la postre la madre sustituta que por entonces había venido a la ciudad desde Buenos Aires.
En tanto, y por disposición del juzgado de Menores número 1, el bebé fue entregado en guarda a un hogar donde con sus 15 días de vida aún desconoce el calor de los brazos maternos.