Caracas. - El embajador de Estados Unidos en Venezuela, Charles Shapiro, advirtió ayer que el país "está al borde de una explosión social" por la fuerte polarización que divide a la sociedad venezolana y remarcó que sin un diálogo sincero y efectivo no se revertirá la situación. Por su parte, el presidente Hugo Chávez invitó al ex primer mandatario estadounidense Jimmy Carter a jugar el papel de facilitador del proceso de diálogo entre el oficialismo y la oposición.
"Estamos ante un matrimonio con problemas y sin poder divorciarse, entonces es necesario un acuerdo para reducir el margen de discrepancias. Tener un país dividido es peligroso para Venezuela, que está al borde de una explosión social. También para los países vecinos y para Estados Unidos", expresó Shapiro. El diplomático estadounidense indicó que "sin un diálogo sincero y efectivo la polarización va a continuar y no desaparecerá, incluso si hay referendo revocatorio y se elige nuevo presidente".
Las tensiones políticas en el país se profundizaron luego del frustrado intento de golpe de Estado del mes de abril y el mandatario Hugo Chávez convocó a un diálogo nacional que no ha logrado avances y en el que no participan los sectores más críticos del gobierno. En ese sentido, Chávez invitó a actuar como facilitador del proceso de diálogo al ex presidente Jimmy Carter, quien arribó el sábado al país para iniciar una serie de reuniones con sectores del oficialismo y de la oposición a fin de determinar si aceptará jugar ese papel.
Shapiro propuso que gobierno y oposición se pongan de acuerdo sobre un facilitador neutral y sugirió que la gestión de Carter debe vincularse con la Organización de Estados Americanos (OEA). "La OEA no funciona como facilitador pero puede contribuir a seleccionarlo. Observo como una ventaja vincular la gestión de Carter con la OEA, que tiene presupuesto, recursos y expertos para la promoción de la democracia", señaló.
Pedido opositor a Carter
Por otra parte, la oposición venezolana pidió ayer al ex presidente estadounidense que alargue su estadía en Venezuela hasta el 11 de julio para supervisar una marcha que ese día recordará la matanza de 18 civiles que precedió al fugaz golpe de Estado del 12 de abril. La visita de Carter estaba programada para una duración de cuatro días y concluiría el próximo miércoles. "Si usted lo hace, los grupos violentos del oficialismo no se atreverán a atentar nuevamente contra los hombres y mujeres que ese día estaremos en la calle reclamando justicia, paz y democracia", señaló el comunicado de la opositora Coordinadora Democrática de la Sociedad Venezolana.
En tanto, el embajador estadounidense agregó que en Venezuela "no hay una democracia plena" y que la comunidad internacional debe apoyar la tarea de los venezolanos para fortalecer las instituciones y defender la democracia. La crisis política que vive el país se ve reflejada en el surgimiento de grupos civiles armados vinculados con el oficialismo, de presuntos militares rebeldes y de supuestos paramilitares venezolanos en la frontera. (DPA)