Las avenidas no escapan a la recesión de los grandes centros

En los barrios, hay avenidas que constituyen un centro comercial y son el punto neurálgico de ciertas zonas de la ciudad. Algunas ya se han consolidado en ese sentido y tienen vida propia. Es el caso de Ayacucho, sobre el Saladillo, y Juan José Paso, en Empalme Graneros. Existen comercios y oficinas de servicios, con sucursales de firmas importantes, que se han instalado en esos sectores y han crecido con el paso de los años, aunque no escapan a la coyuntura que afecta al resto de los centros.
En la zona norte, arterias como Baigorria (entre Rondeau y la vía), Avellaneda, Génova y Rondeau también tienen un perfil comercial. Si bien no se caracterizan por contar con un negocio al lado de otro, en algunas cuadras son los que predominan.
Hay otros centros que intentan recuperar su vieja mística. El de Cafferata, a metros de la Terminal de Omnibus, sobrevive al paso del tiempo, y Las 5 Esquinas, de Presidente Perón y San Nicolás, mezclan sus negocios más tradicionales con otros nuevos del rubro servicios.
La populosa zona de Las Delicias se vuelca a los comercios de Arijón. Ovidio Lagos, casi Arijón, levantó con los nuevos barrios que se instalaron hacia el oeste. Y la gente de los cada vez más poblados barrios Triángulo y Moderno gasta lo que tiene en los negocios de bulevar Seguí.
En el interior de los barrios hay calles que responden a esa particularidad, como Biedma (en Alvear), Junín (Ludueña) y Necochea (a la altura de Tablada y República de la Sexta). Allí se siente más la crisis por el perfil social y económico de sus clientes, y obliga a los comerciantes a adaptar sus ofertas.