Año CXXXV
 Nº 49.528
Rosario,
miércoles  03 de
julio de 2002
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Denuncian aprietes y amenazas a quienes reclaman la ayuda social
Desocupados se encadenan frente al municipio de Granadero Baigorria
Señalan a algunos de los empadronados porque no necesitarían del subsidio nacional para los jefes de hogar

Norberto Puntonet / La Capital

Granadero Baigorria. - Un grupo de desocupados comenzó ayer una huelga de hambre frente a la Intendencia y algunos de ellos se encadenaron en reclamo de los planes sociales, falta de asistencia alimentaria e "indiferencia de las autoridades municipales y provinciales". Asimismo, denunciaron irregularidades en el manejo de las planes porque “familiares de la secretaria de Gobierno y de una concejala están empadronados para ese beneficio".
Hace más de una semana los desocupados instalaron una carpa frente a la comuna, donde se concentran desde hace un mes esperando la ayuda social. "Me encadené porque estoy esperando una respuesta. No tengo trabajo, no tengo para comer y me duelen las injusticias que se cometen", dijo Jesús Muñoz.
"Hay gente que no necesita de los planes, como el hermano de la secretaria de Gobierno, Silvia Ferruccio, la esposa del dueño de una radio de apellido González, la hija de una concejala y el matrimonio encargado del comedor comunitario cobran los dos", se quejó Raúl García.
Los angustiados vecinos dijeron que se turnarán para encadenarse y que no se irán de la plaza hasta que cobre el último de ellos. "Hay que aclarar que no hacemos política. No pertenecemos a ningún partido como andan diciendo. Es una vergüenza que para poder comer tengamos que hacer esto", dijo Mónica Lima, encadenada en su pie derecho junto a Muñoz.
Los atribulados baigorrienses denunciaron amenazas y aprietes, incluso de la policía. "Anoche cuando una compañera se iba a su casa en la bicicleta y con su hijita, se le cruzaron dos hombres que le robaron los tres pesos que tenía y quisieron quitarle la bicicleta, pero ella no se las dio. Le dijeron que se cuide porque la habían visto en la plaza", dijo Becerra. Otro vecino agregó: "A mí me dijeron que le avise a mi sobrino que la corte con las protestas porque lo iban a hacer boleta".
"Hace unos días, un policía nos arrancó un cartel que decía: "Ferruccio corrupta". Me dijo que me vaya de la plaza porque me iba a cagar a palos, y si sigo jodiendo no voy a aparecer más por la plaza", sostuvo García.
Unos 2.500 beneficiarios del programa Jefes de Familia 2 que esta semana deberían cobrar 150 pesos recibieron un nuevo portazo a sus ilusiones. Según la lista enviada ayer por el Ministerio de Trabajo de la Nación, sólo 234 desocupados percibirán el pago de junio, a los que se suman otros 130 enrolados en el Jefes de Familia 1, que ya cobraron este mes. Del resto, 1.925 fueron rechazados porque no registrarían cargas de familia. Las autoridades municipales y el consejo consultivo atribuyeron la supuesta anomalía a "errores generados en Buenos Aires".
En medio de un fuerte dispositivo de seguridad militantes del Partido Obrero y Popular y desocupados cortaron el tránsito frente a la Municipalidad y forzaron una reunión con el intendente Horacio Vaquié y su secretario de Acción Social, José San Martín. En tanto, unas 400 personas se agolparon en el Concejo para recibir respuesta a sus reclamos.
"La Nación no es culpable de esto, están aquí en Villa Constitución, donde se equivocaron al incorporar las planillas. La semana pasada en Buenos Aires nos prometieron que esta semana cobraríamos los casi tres mil beneficiarios, pero siguieron los errores y sólo cobrarán unos 500", dijo José Villamayor, de un movimiento de desocupados.
Antes de iniciarse la reunión entre Vaquié y los desocupados, un policía ingresó al despacho del intendente y pretendió hacer retirar a los periodistas presentes -entre ellos el cronista de La Capital- "por orden de la secretaria". La secretaria en cuestión es la hija de Vaquié, que tiene un contrato de 600 pesos mensuales y, por ese motivo, es resistida por todo el personal municipal. "Que se queden los muchachos", fue la orden final de Vaquié, que dejó desairada a su hija.


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