En los Tribunales de Rosario hay vacantes que se produjeron hace meses, por distintas causas, y el Consejo de la Magistratura todavía no designó las ternas de candidatos para cubrirlas. Este es un paso previo imprescindible para que la Legislatura apruebe los pliegos y el Poder Ejecutivo nombre a los nuevos magistrados. La inexplicable demora acarrea innumerables inconvenientes que afectan por igual a jueces, funcionarios y sobre todo a los ciudadanos que requieren del servicio de justicia para solucionar sus conflictos. Los operadores del sistema están cansados de reclamar que se designe a los reemplazantes de los jueces que tuvieron que dejar sus cargos. En algunos casos las vacantes están sin cubrir desde hace meses y por lo que se percibe en los pasillos de los Tribunales rosarinos todavía falta mucho tiempo para que finalmente eso ocurra. Mientras tanto los operadores deben multiplicarse para cubrir parches y en muchos casos los ciudadanos ven con impotencia como la resolución de sus conflictos se prolonga indefinidamente en el tiempo. Un caso paradigmático es el de la Justicia penal, que está desbordada de expedientes y cuyos operadores prácticamente ya no dan abasto para atender la cantidad de causas. En la Sala III de la Cámara de Apelación en lo Penal, por ejemplo, hay una vacante desde fines del año pasado. En su momento el Consejo de la Magistratura abrió el registro de inscripción para los interesados en ocupar ese cargo y se anotaron más de 20 postulantes, pero hace semanas que nadie habla sobre el tema y mientras tanto los otros camaristas, que ya están desbordados en sus propios despachos, tienen que multiplicarse para integrar la sala y no frenar la producción de fallos. Algo similar ocurre con una vacante en la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, en el juzgado de Sentencia Nº 6 y en el juzgado de Instrucción Nº 12, cuya titular está con licencia médica y no ha sido sustituida ni siquiera por un juez subrogante. Hace un par de semanas los cinco jueces de sentencia expresaron a las autoridades del Poder Judicial su preocupación por la impresionante cantidad de causas que tienen a fallo y dijeron que en Rosario se necesitan por lo menos dos juzgados más para aliviar un poco la tarea. También plantearon la necesidad de nombrar al reemplazante de Alberto González Rímini, que falleció en septiembre del año pasado, ya que son ellos quienes deben turnarse para resolver las causas que allí se acumulan. Nadie sabe cuándo se ocuparán estos cargos porque oficialmente nada se dice acerca del proceso que deberá desembocar en el nombramiento de los designados. Mientras tanto las estadísticas indican que cada vez hay más causas y que el tiempo apremia, hoy más que nunca.
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