Jorge Salum / La Capital
Jeffrey M. Senger es miembro del Departamento de Justicia del gobierno de los Estados Unidos. Trabaja como consejero adjunto senior para la Resolución de Conflictos de esa oficina y es experto en mediación. La semana pasada estuvo en Rosario en el marco de un programa de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas. Su visita fue patrocinada, entre otros, por la Embajada de Estados Unidos en la Argentina, el Consejo de la Magistratura de la Nación y el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Santa Fe. Senger vino a hablarles sobre mediación a los jueces, fiscales y defensores oficiales del Poder Judicial de Santa Fe. Además de contar cómo funciona este método alternativo de resolución de conflictos en su país, el funcionario del Departamento de Justicia estadounidense explicó que allí se pueden mediar conflictos entre el gobierno y los particulares, y que esto funciona con éxito. También lo desarrolló para La Capital en compañía del presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Rafael Gutiérrez. "Un caso que llevamos a mediación en noviembre del año pasado es el conflicto con la empresa Microsoft por infracción a la ley antimonopolio. El proceso estuvo en los tribunales durante 3 o 4 años y como no había sentencia propusimos ir a la mediación. Y el mediador lo resolvió en dos semanas", contó. ¿Cómo se resolvió? "Nosotros no conseguimos todo lo que queríamos pero sí todo lo que necesitábamos, y Microsoft aceptó dejar de ser monopólica". Para el funcionario es un buen ejemplo del éxito que puede alcanzar la mediación y de las satisfacciones que puede brindar a las partes en conflicto. Este es parte de la entrevista que concedió a este diario. "Mi trabajo consiste en coordinar la mediación cuando el gobierno es una de las partes del conflicto. A veces nosotros demandamos a particulares y otras veces son los ciudadanos quienes nos demandan a nosotros, y usamos la mediación en ambos casos", dijo. -¿Qué resultados permite la mediación en los conflictos entre particulares y el gobierno en relación a los resultados que arroja el litigio en la Justicia? -La mediación es mejor para el gobierno y para los ciudadanos porque resuelve los casos más rápidamente y a menor costo, y ambas partes quedan más satisfechas con el resultado. -¿Ayuda además a descomprimir los tribunales de justicia? -También es eficaz para eso. Hay sitios donde el porcentaje de casos que salen de los tribunales y se resuelve por la mediación llega al 70 %. -¿Las partes quedan más satisfechas con el resultado de una mediación que frente a una sentencia judicial? -Sí, absolutamente. En la mediación las partes hablan entre si y en un juicio solamente lo hacen los abogados. En algunas encuestas descubrimos que el 90 % de las partes están satisfechas o muy satisfechas con el resultado de la mediación. Al final de un juicio, en cambio, sólo un 45 % de las partes queda satisfecha. -¿Un juez puede transformarse en un mediador? -En Estados Unidos tenemos jueces que actúan como mediadores, pero hay magistrados que prefieren delegárselo a otra persona. -¿Es obligatoria la mediación en su país? -En algunos lugares sí, pero no es obligatorio llegar a un acuerdo. Las partes intentan acordar pero si no lo consiguen tienen la posibilidad de ir a un juicio. -¿Existe la posibilidad de mediar en casos criminales? -Se puede y de hecho lo hacemos, pero sólo en delitos menores. No creemos que sea adecuado hacerlo en caso de crímenes graves. -En la Argentina los operadores del sistema judicial todavía se resisten a incorporar la mediación como una alternativa para resolver conflictos y hay quienes se resisten a verlo como una opción. ¿A qué cree que se debe? -Allá también tuvimos resistencia, tanto al principio del movimiento como ahora. Hay muchas razones para ello. La mayor parte de las veces la gente resiste la mediación o los métodos alternativos de solución de conflictos porque no los entiende. Por lo general cuando la gente ha utilizado la mediación se da cuenta que es algo bueno y quienes no lo han hecho le temen a varias cosas: creen que pueden perder control de la situación o que el mediador va a decirles lo que tienen que hacer. Pero la mediación es voluntaria y si a alguien no le gusta lo que dice el mediador se pueden retirar. Otras personas resisten esta alternativa porque creen que el llegar a un acuerdo los haría aparecer como débiles. En mi país hay una cultura del litigio muy fuerte, y creo que aquí también. -¿Qué condiciones necesita reunir un mediador para ser exitoso? -Hay muchas habilidades importantes. Los conocimientos jurídicos pueden ser valiosas, pero no exigimos que un mediador sea abogado porque en algunos casos no son tan buenos como mediadores. En casos de familia, por ejemplo, los psicólogos son mejores. Hay siete categorías de habilidades para ser mediador: hay que tener dotes de investigador, comprensión y empatía, creatividad, capacidad de persuasión, de gerenciamiento o manejo de las personas, conocer los hechos específicos del caso y tener buen sentido del humor, que muchas veces puede aliviar un conflicto. -¿El resultado de una mediación tiene que ser avalado luego por la justicia? -Se puede hacer de diferentes maneras. En algunos casos las partes firman un contrato al final de la mediación donde reflejan su acuerdo, y ese contrato se aplica como cualquier otro. Otras veces las partes llegan a su acuerdo y lo hacen firmar por un juez, y si una de las partes infringe ese acuerdo puede ser sancionada judicialmente. -¿La mediación es gratuita? -En algunos casos si. Yo soy mediador voluntario en casos de familia para personas que no tienen muchos ingresos, y lo hago gratuitamente. Pero en los casos que involucran al Departamento de Justicia por lo general les pagamos a los mediadores, porque los casos son lo suficientemente importantes como para necesitar mediadores altamente calificados que cobran por su trabajo. -¿Cuáles son los casos más comunes que se someten a la mediación? -Los conflictos laborales, que son particularmente buenos para la mediación porque hay muchos sentimientos involucrados y este método permite conciliar las posiciones.
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