Los días en el Ministerio de Salud de la provincia transcurren agitados. Y no se debe solamente a las carencias de los hospitales, sino fundamentalmente a la endeble situación de varios de los funcionarios que tienen la responsabilidad de conducir esa cartera. El subsecretario del área enfrenta una investigación por un faltante de $700 mil, el titular del área con asiento en Rosario se alejó el último fin de semana del cargo, y hasta el propio ministro habría vuelto a amagar con su dimisión.
Mientras la inestabilidad de quienes conducen una de las carteras más sensibles para la población se maneja en lo posible puertas adentro, los problemas no han dejado de afectar las políticas de atención pública.
Es por eso que en ámbitos del gobierno provincial ya hay un sector que reclama una solución rápida que permita a una nueva conducción abocarse a resolver los graves problemas que a diario tienen que enfrentar quienes están al frente de los distintos efectores.
A contramano de esas urgencias, el ministro Parola sorprendió ayer al justificar la presencia del cuestionado subsecretario Huber, contrariamente a lo que ha sido una línea política durante la gestión de Carlos Reutemann.
Siempre que algún funcionario era no ya investigado, sino denunciado con algún fundamento, daba un paso al costado a la espera de que se aclarara su situación. Con Huber ahora pasa lo contrario: sigue hasta la resolución definitiva del proceso, lo que podría ocurrir incluso bastante después de que el actual gobernador termine su mandato.
El actual ministro de Salud no sólo defendió ayer a su segundo, sino que hizo una aclaración insólita: dijo que cuando lo designó no sabía que el Tribunal de Cuentas lo estaba investigando, cuando el propio Huber admitió públicamente que al ser convocado para el cargo le explicó al ministro el problema que enfrentaba por su gestión en el Hospital Provincial.
Huber asumió como subdirector del hospital en agosto de 1996 cuando a su frente se encontraba José Tossoni. Ocupó esas funciones hasta fines de 1998 sin integrar el Consejo de Administración del nosocomio.
En tanto el Tribunal de Cuentas de la provincia aguarda el descargo de los doctores Tossoni y Huber sobre el faltante de fondos que asciende a la suma de 762.092,24 pesos. Para el descargo respectivo ambos contaban con un plazo de 15 días hábiles que vencieron el miércoles 26 de junio pasado, pero se les acordó una prórroga de igual extensión por pedido de Tossoni.
¿De San Jorge a Rosario?
En tanto, el último fin de semana se produjo el alejamiento del titular del Area 8 de Salud, Lelio Mangiaterra, y esta vez, rápido de reflejos, Parola estuvo a punto de reemplazarlo por quien ocupa un cargo similar en San Jorge, lo que provocó la reacción de los sectores sanitarios de Rosario.
Fue así que a media tarde ya había cambiado de planes y aclaró lo que parecía lógico: el funcionario que reemplazará al titular del Area 8 de Salud no será un profesional ajeno a la ciudad de Rosario.
"Nada tengo resuelto sobre ese tema", le dijo ayer a La Capital para desmentir lo que había trascendido por la mañana: que pensaba designar al frente de la salud de Rosario a un profesional de una región de la provincia distante de la zona sur. La versión indicaba que el nuevo funcionario era de San Jorge, población cercana a San Guillermo, de donde es oriundo el propio Parola.