Pese a la grave crisis de financiamiento que sufre el país, la Municipalidad sigue adelante con el programa Rosario Hábitat y en dos semanas dará el puntapié inicial para regularizar Villa Corrientes, más conocida como La Lata. Entre las obras previstas figura la normalización de los loteos, lo que implica que un sector de la villa será relocalizado, y el ordenamiento de los pasajes internos del asentamiento para que se transformen en "pasillos seguros", adelantó la directora del Servicio Público de la Vivienda, María Isabel Garzia. Para sostener las obras de Rosario Hábitat que también están en marcha en los barrios Las Flores y Empalme Graneros, el organismo municipal aguarda con expectativa que por estos días el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) deposite un millón de pesos, el primer desembolso 2002 que ya lleva seis meses de atraso.
"El 15 de julio se firma el convenio con el programa Arraigo para empezar con la regularización", anunció Garzia. El trabajo más importante consistirá en transformar la "ocupación irregular" de La Lata en "manzanas loteadas".
Lograrlo no será simple, pero Garzia confía en el "consenso". Como siempre, la metodología de intervención supondrá el diálogo con los vecinos. Por eso, el fin de semana pasado ya largaron las primeras reuniones. "Incluso se invitó a algunos a participar de la firma del convenio", relató Garzia a La Capital.
Antes de decidir qué propiedades quedarán en pie con mínimas intervenciones y qué ocupaciones deberán ser relocalizadas, el organismo municipal hará un relevamiento físico y cartográfico.
"En base a esa información, luego propondremos un futuro que modifique lo menos posible, pero todos saben que algunos se van a tener que correr", admitió la funcionaria.
Los pasillos que atraviesan la villa, todo un capítulo en la vida de la Lata, correrán la misma suerte: algunos quedarán y otros serán reformados para que puedan entrar los servicios y se transformen en "pasillos seguros".
Las tres intervenciones en curso -La Lata, Las Flores y Empalme- forman parte de una primera fase del plan Rosario Hábitat que supone una inversión por 71 millones de dólares firmados por el BID y el gobierno nacional (43 millones a cargo exclusivamente del banco y 28 millones de contrapartida municipal). De cumplirse esta etapa, se verán beneficiadas unas siete mil familias, sobre un total de 25 mil que comprenden el universo total del programa.
La debacle de la economía hizo que los desembolsos del BID se demoraran. "En verdad estamos atrasados seis meses: deberíamos estar recibiendo el segundo desembolso de este año", reconoció Garzia. Así y todo, la funcionaria está tranquila porque espera que por estos días el BID deposite un millón de pesos en la cuenta que Vivienda tiene en el Banco Municipal, sobre los cuatro millones previstos para el año.
También Las Flores y Empalme
"Siempre nos han dicho que no hay inconveniente y todo hace pensar que la plata se va a depositar, pero hasta que esté en la cuenta no queremos hacer anuncios", se atajó Garzia. Mientras se espera ese dinero fresco, el trabajo continúa en Las Flores y Empalme.
En el barrio del sur rosarino se siguen analizando las ofertas presentadas el 22 de mayo pasado en la licitación de viviendas y servicios, y se están armando los pliegos para las obras de mejoramiento del área (cloacas, red de agua, alumbrado). "También se empezaron a implementar los componentes sociales del programa, como capacitación de jóvenes y desarrollo de microemprendimientos", sostuvo Garzia.
Y en Empalme Graneros el plan contempla dos sectores. En uno la regularización ya está terminada -reordenamiento global y mejoramiento de las viviendas-, pero falta avanzar en la escritura de los lotes y las obras de infraestructura (servicios). Para el segundo sector, todo está aún en veremos.
S.D.