Son miles los buques que transitan por el río Paraná y que pasan frente a las costas de Rosario. En sus bodegas llevan toneladas de cereales, aceites, hidrocarburos y frutas. Y viajan no sólo a puertos nacionales, sino también hacia países como España, Italia, Estados Unidos, Brasil, Cuba, Egipto, Irán y hasta Japón. Lo cierto es que el mayor movimiento de exportación de productos argentinos tiene a los puertos de la región como punto de partida y esto generó en los últimos tiempos el aumento del tránsito de grandes buques. La Prefectura Naval Argentina, que hoy festeja su 192º aniversario, es la encargada de la seguridad en la navegación, algo así como mover las fichas de un tablero para evitar "colisiones y varaduras".
La Estación Costera de Seguridad Rosario está a cargo del control del tránsito de embarcaciones en 104 kilómetros de vías navegables (desde Villa Constitución hasta la altura de San Lorenzo), y desde allí apuntaron que en lo que va del año transitaron por las costas rosarinas más de cinco mil barcos.
Lo cierto es que de los puertos de la zona salen cereales y sus derivados, aceites vegetales, hidrocarburos y minerales, y ahora también cítricos argentinos hacia todas partes del mundo. Es más, de las terminales portuarias de la región Rosario se exportan cerca del 60 por ciento de los productos agrícolas de todo el país.
En la franja que va desde Puerto General San Martín hasta General Lagos funcionan más de una decena de terminales privadas, como Dreyfus, Cargill, Tradigran y Pecom en productos agrícolas y aceiteras, y otras tantas de productos químicos y pretroquímicos. A eso se suma también el Puerto Rosario que en los últimos tiempos intenta retomar la actividad con la exportación de cítricos, como limones, mandarinas y pomelos.
Los buques
La mayoría de las embarcaciones que transitan por el Paraná son buques de gran porte, que tienen hasta 30 pies de calado. Es más, en lo que va del año pasaron por el área que controla la Prefectura Rosario más de 1.500 barcos de ultramar.
En general, estos buques tienen más de 200 metros de eslora (de largo) y unos 35 metros de manga (el ancho). Pero no todos son iguales. Según explicaron desde la Estación Costera Prefectura Rosario, la mayoría son los conocidos como Panamax (con 230 metros de eslora y 25 metros de manga), que deben su nombre a que son los únicos que pueden atravesar el canal de Panamá.
Otro tipo son los conocidos como Handy Panamax, que son más cortos; mientras que los más impactantes son los Cape Size, que llegan a tener 270 metros de eslora y que en su mayoría llegan al puerto de San Lorenzo.
También es habitual ver por el río los llamados buques de cabotaje fronterizo, que son embarcaciones que navegan entre los puertos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y que tienen al río Paraná como paso obligado.
Además, transitan por estas aguas los llamados buques tanques, que son los encargados de llevar hidrocarburos y todos los derivados del petróleo, como así también convoyes de empuje, remolcadores y barcos areneros.
El control
El guardacostas Golfo San Matías pertenece a la Zona Bajo Paraná de la Prefectura Naval (con jurisdicción entre el kilómetro 810 a la altura de Esquina y el kilómetro 310 cerca de San Pedro), y es la que se utiliza para las inspecciones a los buques de mayor porte.
El capitán del guardacostas, Jorge Uran, comentó a este diario que "pasan barcos de todas partes del mundo, pero las banderas que llevan ya no indican nada, son sólo de conveniencia. Los buques se convirtieron en algo híbrido". Y un ejemplo lo demuestra: en un buque con bandera liberiana se puede encontrar un capitán alemán, oficiales ingleses y griegos, y una tripulación formada por filipinos.
Así, la Prefectura no sólo se ocupa de la comunicación del tráfico fluvial, sino que también se encarga de la inspección de las medidas de seguridad de los buques y del control de la documentación de la tripulación.