Firmat. - En su libro "El Grito de Alcorta", el investigador sanlorencino Plácido Grela ubica a la fundación de la Sociedad Cosmopolita de Firmat, en marzo de 1912, como uno de los "prolegómenos" de la histórica huelga agraria que el 25 de junio de ese mismo año estampó una bisagra en la lucha de los colonos por mejorar sus condiciones de vida. Pero la batalla sería larga. Cinco años después, y por los mismos objetivos, fue asesinado a balazos en Firmat el dirigente rural y anarquista Francisco Menna.
El primer crimen político de la localidad que había sido fundada en 1886, fue una marca más en el calvario de los chacareros y arrendatarios que sólo exigían condiciones más dignas y equitativas para su trabajo. Menna cayó a manos de la "policía brava", el 11 de marzo de 1917, en la plaza Rivadavia. Varios relatos dan cuenta de que los eucaliptos que había en el lugar, conservaron las huellas de los balazos en sus troncos.
"Algunos de los más combativos dirigentes de Firmat eran socialistas, radicales y anarquistas de la Federación Obrera Regional Argentina (Fora)", relata Grela y fue durante una de las asambleas organizadas por la filial Firmat de esa entidad, cuando Menna cayó alevosamente asesinado. Eran épocas difíciles y el conflicto agrario había alcanzado un punto crucial. El efecto de la guerra europea y la pérdida de la cosecha fina habían agudizado la crisis que padecían los colonos.
La llama de la rebeldía
En 1912, una hectárea de tierra costaba 300 pesos. En una década había aumentado 19 veces. Eran momentos muy críticos para los arrendatarios del corazón de la Pampa Húmeda; la pérdida de la cosecha de maíz los dejó atados a los dueños de los comercios de ramos generales. La situación empeoró con una baja en la cotización de ese cereal provocada de manera artificial en una maniobra tramada por los cerealistas, relata Grela en su libro. Estos hechos y la arbitrariedad de los terratenientes, precipitó en Firmat un movimiento de resistencia a través de la Sociedad Cosmopolita.
En marzo de 1912, esta entidad aconsejaba a los colonos de toda la República, que formaran subcomisiones para conseguir la rebaja de los alquileres de los campos. "No pagar por cuadra más que 20 pesos para campo flor; para los que están a porcentaje, no dar más que el 25 por ciento, o el 20 si la distancia a la estación ferroviaria es mayor a dos leguas", aleccionaba el manifiesto que circuló rápidamente por toda la zona. Además, denunciaron ante la Bolsa de Comercio de Rosario la bancarrota general porque los propietarios de las tierras habían elevado los alquiles a 40 pesos la cuadra, a pagar por semestre adelantado.
Para el 4 de julio de 1912, la Sociedad Cosmopolita convocó a una asamblea general que atrajo la atención de las autoridades provinciales y de la prensa nacional y extranjera. Una imponente manifestación agraria que se realizó en la plaza del pueblo y a la que asistió el ministro de Agricultura de Santa Fe y el dirigente Francisco Netri junto a delegaciones de todos los pueblos de la zona. El objetivo: modificar los contratos de arrendamientos y la estructura agracia del país.
En el acto no faltó un representante de la Fora. "Los conceptos del militante anarquista fueron seguidos con atención por los colonos, que seguramente no alcanzaban a comprenderlo", evalúo Grela. El diario "La Nación" registró de este modo ese hecho: "Un joven de la Fora se refirió a la jornada de ocho horas, al olvido en que tienen los poderes públicos y la prensa al obrero, del que sólo se acuerdan cuando éstos hacen oír su protesta".
Testimonio de "Caras y Caretas"
Para la revista "Caras y Caretas", en la reunión de Firmat hubo en los discursos un detalle digno de mención: "Cuando un chacarero se encuentra pobre, si es padre de familia, no tiene más remedio que seguir trampeando, cada vez en peores condiciones, pues no le queda el recurso de colocarse de peón, en ningún lugar lo admitirían con sus hijos".
"Puede admitirse que tener familia sea un obstáculo para encontrar casa en Buenos Aires, pero es intolerable que también sea castigo en estos campos inmensos y fértiles, que pedirían población a gritos, si los campos gritaran", concluyó el enviado especial de esa publicación.