Denuncian abuso sexual a un chico de 10 años

Ocurrió en un hogar de menores de Carcarañá. Acusan por el caso a otro interno, de 12 años

Delcia Karamoschon / La Capital

Carcarañá.- La directora interina del hogar granja Juana Elena Blanco, Mónica Noemí Lengruber, denunció el miércoles ante las autoridades policiales que un menor alojado en esa institución dijo haber sido violado por otro interno.
El menor, de 10 años, aseguró que el martes fue sometido sexualmente por otro compañero de 12, hecho que fue constatado por el médico forense. Según fuentes policiales, el menor le confesó a la directora que había sido violado.
El niño dijo que su violador le pidió que lo acompañara a dejar la basura a la parte posterior del establecimiento, donde se encuentra un pabellón de la Escuela Agrotécnica, y allí lo manoseó, se bajó los pantalones y lo violó. En ese momento el hermano del violador los vio y le advirtió que no lo volviera a repetir "porque se lo contaría a la celadora".
La directora del hogar aseguró a La Capital que "es el único caso registrado sobre violación de internos" y remarcó que "ayer los chicos fueron trasladados al Juzgado de Menores donde se les tomó declaración".
El instituto está ubicado sobre la ruta nacional 9, depende de la Sociedad Protectora de la Infancia y la Adolescencia de Rosario. Actualmente están alojados 29 jóvenes con problemas de conducta e involucrados en delitos. Por lo general, son casos que derivan los Juzgados de Menores de los Tribunales de Rosario.
En tanto, a mediados de marzo de este año, el padre de un chico de 11 años alojado en esa institución, denunció que su hijo fue violado.
En esa oportunidad fueron detenidos el director de la entidad y un celador, bajo sospechas de que podrían estar involucrados en el caso., pero ambos fueron sobreseídos por falta de mérito. Una fuente confiable de la investigación dijo en ese momento que se habían encontrado muchas contradicciones en los testimonios de los internos y datos que no coincidían con la realidad.
La violación conmocionó a los vecinos de esta ciudad; un grupo de padres y madres se comprometieron a no descansar hasta que el caso sea esclarecido. Bajo esa premisa se movilizaron el 17 de mayo "en silencio" por las calles de Carcarañá para pedir que el caso no quede impune.