Un tren con azúcar descarriló en la zona sur frente a una villa

Dos vagones de un tren carguero descarrilaron ayer poco antes de arribar al puerto de Rosario. Se trata de las partes de un convoy que transportaba azúcar y se dirigía a la altura de 27 de Febrero y el Acceso Sur.
El tren de la empresa Belgrano Cargas SA contenía 26 vagones y ya estaba a punto de arribar a destino cuando dos de ellos salieron de los rieles por efecto de la debilidad del suelo. Es que el piso estaba mojado por los desagües clandestinos de la villa cercana, y fue precisamente la humedad la que lo ablandó.
"Esta es la única vía de acceso existente hacia la terminal portuaria por el momento", sostuvo el inspector de máquina, Enrique Ruggeri, quien llegó al lugar rápidamente junto a un grupo de operarios.
Según explicó, las vías se fueron socavando por el agua acumulada. De este modo, "se aflojaron los rieles y los durmientes, y se cruzaron los vagones", agregó Ruggeri.
El líquido suele caer desde las precarias viviendas de la villa que se encuentra en el lugar. Es que sus habitantes realizaron los desagües apuntando hacia el sector de paso de ferrocarriles.
Las vías pasan bajo nivel de las casas y "el agua baja por las barrancas hasta acumularse ahí", dijo el inspector. Teniendo en cuenta que es un fenómeno permanente, cabe sospechar que un episodio así pueda volver a ocurrir en cualquier momento.
Luego del hecho se hicieron presentes también efectivos policiales, quienes custodiaron que no hubiera robos de la mercadería.
En horas del mediodía, los operarios se hallaban trasbasando el azúcar de los vagones siniestrados hacia otros. Esta tarea también se complicó por las características del terreno ubicado en medio de pastizales.
El resto de las partes del tren volvió hacia atrás a la espera de que se pudieran encauzar los vagones afectados.
La propia presidenta del Ente Administrador del Puerto Rosario (Enapro), María Herminia Grande, se hizo presente para conocer lo que había sucedido.

El agua socavó las vías y los rieles acabaron aflojándose. (Foto: Gustavo de los Ríos)