Ariel Etcheverry / La Capital
No se trató de un robo al voleo, como suele definir la policía a los atracos cometidos sin organización y con la elección de las víctimas al azar. Los dos asaltantes que irrumpieron antenoche en un chalé del barrio La Florida sabían que sus ocupantes habían vendido días atrás una lancha en 8 mil dólares. El dato era bueno, pero como no encontraron ese dinero la dupla optó por dejar encerradas a las tres personas que se encontraban allí y llevarse joyas y el automóvil del dueño de casa. Nadie resultó lesionado, pero hasta ayer no había pista sobre los delincuentes como tampoco se sabía el destino que tuvo el coche. El robo calificado ocurrió el miércoles alrededor de las 21.30, en la discreta pero bonita casa de Alvarez Thomas al 1329, en donde viven María de Pinto, de 70 años y su hijo Osvaldo, de 45. El lugar presenta el típico paisaje verde de La Florida: construcciones imponentes, mezcladas con otras que no lo parecen tanto pero que son igualmente llamativas. Todo en el marco de prolijos jardines en los frentes y veredas con abundante sombra. Fuentes policiales contaron a La Capital que en el interior de la casa también se encontraba un amigo de los dueños identificado como Sebastián Alvarez. Al parecer, Alvarez había pasado a saludar o a cenar por lo de los Pinto y aproximadamente a la hora en que irrumpieron los delincuentes estaba a punto de despedirse. En esa circunstancia, cuando los dueños de casa ya habían abierto la puerta que comunica con un pequeño jardín del frente, aparecieron dos hombres que atropellaron literalmente a Alvarez y lo obligaron a retroceder. "Uno tenía alrededor de 40 años y el otro 25. Los dos llevaban la cara descubierta, y uno de ellos empuñaba un arma de fuego", comentó una fuente de la seccional 10ª, donde quedó radicada la denuncia. De inmediato, los maleantes demostraron poseer buena información y no dieron tiempo a nada. "¿Dónde está la plata de la lancha?", preguntaban una y otra vez mientras sus víctimas eran tiradas en el piso del comedor. Y en ese momento se produjo el episodio más violento: Alvarez recibió un par de trompadas en la cara porque "los delincuentes dijeron sentirse observados por él y por eso le pegaron", describió el vocero. La situación se fue poniendo más tensa cuando los maleantes insistían con les entreguen el dinero de la venta de una lancha. Como pudieron, tanto Pinto como su madre trataron de explicar que ese dinero ya había sido utilizado para saldar viejas deudas de familia. No conformes con la justificación, los intrusos comenzaron a revisar muebles y aparadores hasta que encontraron unos 70 pesos y algunas alhajas familiares. Antes de retirarse, llevaron a las tres víctimas hasta el baño de la casa y las encerraron. Pero antes de escapar le pidieron las llaves y los papeles del auto al dueño de casa. De esa forma, los ladrones se subieron al Volkswagen Gol de 5 puertas de color gris, patente BUH 558, que estaba estacionado en la calle y huyeron. Fuentes de la investigación admitieron que no hay hasta el momento demasiadas pistas que lleven hacia los autores del atraco. "Se impartió un pedido de captura con los datos del auto, pero (hasta ayer la tarde) no había novedades", dijeron las fuentes.
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