| | La oposición relativizó las bondades de la reforma política
| Jorge Sansó de la Madrid / La Capital
Definida como un mero "soplido en el viento" por la oposición y como "un paso adelante" por el oficialismo, la reforma política impulsada por el gobierno provincial obtuvo finalmente la aprobación que los concejales de distintas ciudades no lograron parar en la Cámara de Diputados. La iniciativa, que fue aprobada en la madrugada de ayer, sufrió modificaciones en la cantidad de ediles en las dos grandes ciudades: Rosario con 22 bancas de concejales (en lugar de las actuales 42) y Santa Fe con 13 (hoy 23). El proyecto, que ahora deberá pasar a la Cámara de Senadores para que se convierta en ley, modifica el artículo 23 de la ley orgánica de municipios, que establece el número de bancas en cada Concejo. Las modificaciones finales aparecieron pasada la medianoche del viernes, ya que el justicialismo hizo valer su mayoría para votar la iniciativa impulsada por el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo. La aprobación de la reforma repercutió fuertemente en Rosario, donde el intendente Hermes Binner no ocultó sus cuestionamientos a la iniciativa e hizo hincapié en la necesidad de derogar la controvertida ley de lemas. Por su parte, el presidente del Concejo rosarino, Norberto Nicotra (PJ), saludó la idea de reducir el número de bancadas y avaló el sistema mixto de elección que propone el Ministerio de Gobierno. "No hay que tenerles miedo a los cambios. Nos reclaman por la apatía de no querer hacer nada, y prefiero equivocarme haciendo que seguir con el statu quo", dijo en pleno debate el presidente del bloque justicialista, Ariel Ugalde. En tanto, su par Ricardo Alvarez defendió la iniciativa oficial aludiendo al reclamo ciudadano que se extiende en todo el país para achicar los gastos de la política. Pero desde la oposición no piensan igual. "Improvisamos al tocar el funcionamiento democrático de la provincia. ¿De dónde sale el número para reducir la cantidad de bancas en Santa Fe y Rosario?", se lamentó el socialista Eduardo Di Pollina, quien, además, reclamó "discutir el sistema electoral, la derogación de la ley de lemas", a la que consideró como "tramposa, poco transparente y rechazada por la sociedad". Por su parte, Alicia Tate (UCR) calificó al proyecto de "seudorreforma que, además de demagógica, lesiona seriamente el sistema representativo", y denunció que el sistema de elección se ve limitado: "Ninguno de los proyectos que hemos presentado fue tratado en esta Cámara, y quisiera saber por qué. No quiero creer que se están haciendo reformas para no reformar nada". El usandizaguista Federico Pezz también sumó sus críticas, al considerar a la ley como un simple "impacto mediático y marketinero, ya que el mensaje del Ejecutivo sobre este tema es simplista, precario, carente de ideas y ubica a esta Legislatura siempre detrás de la coyuntura". Desde el PDP, Miguel Bullrich cuestionó "que la reforma pase sólo por una cuestión de números", y recordó que, a veces, "en ciudades chicas los ediles tienen más representatividad que en las ciudades grandes, puesto que en las primeras se conocen todos".
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