El gobernador bonaerense, Felipe Solá, consideró ayer que el asesinato de los dos jóvenes piqueteros fue producto "de una venganza personal de un grupo de policías", luego de los incidentes entre los efectivos y los manifestantes que se enfrentaron en el puente Pueyrredón y las calles de la ciudad de Avellaneda.
"Acá hemos tenido un problema que era de una gravedad inusitada y que era la violencia de piqueteros: cómo atacaron a la policía debajo del puente y cómo destruyeron comercios y después apareció lo que podemos llamar la venganza de jefes policiales o de un sector de la policía, como si esto fuera una cuestión personal, con un asesinato a sangre fría", sostuvo Solá.
El gobernador consideró también que hay distintos tipos de responsabilidad: "Una de tipo de penal, que se decide en sede judicial, y es la que sobrevendrá del juicio, y otra política, que es indelegable, del gobernador. Y hay una responsabilidad operativa que creo que tienen los jefes de la policía".
Adiós a las armas
"Si un comisario a cargo del operativo me miente, y calla la parte más tremenda, hay una responsabilidad que es también de sus jefes policiales", agregó Solá al justificar su decisión de aceptar las renuncias de toda la cúpula de la Bonaerense.
En este sentido, el gobernador reconoció no poder precisar cuántos "Franchiottis (sic)" quedan en la policía, pero opinó que los efectivos tienen una responsabilidad enorme al manejar armas: "Ponen el cuerpo, tenemos 26 policías muertos por la delincuencia, y también ponen el cuerpo en estos casos del orden público, pero no dicen todo lo que piensan o cuando dicen lo que piensan queda en evidencia que no pueden ser policías".
El gobernador reconoció también que se convenció de la responsabilidad de los policías cuando fue "advertido" por el presidente Eduardo Duhalde sobre la existencia de las fotos que probaban la responsabilidad de la policía en las muertes de los jóvenes, y después de ver las imágenes y leer un cable de la agencia DyN con la narración de los hechos realizada por los piqueteros.
Por otra parte, Solá aseguró que los episodios de violencia como los ocurridos el miércoles se acaban "metiendo cada vez más al poder civil dentro de la policía".
Negó que Duhalde le haya ordenado poner en disponibilidad a los policías que intervinieron en la represión al tiempo que ofreció "protección" a los testigos que puedan dar información.
"A mí nadie me da órdenes", subrayó Solá, en lo que significó una réplica a la información surgida desde el gobierno sobre que el presidente le había pedido que detuviera a los jefes y oficiales que intervinieron.