El entrenador de la selección brasileña de fútbol, Luiz Felipe Scolari, dejó atrás un pasado de jugador recio y de seleccionador irritable, para admitir que llegó a la final de la Copa del Mundo de este año "más humano" que cuando comenzó el torneo. "La experiencia de haber sido entrenador de Brasil en esta Copa del Mundo me hizo reconsiderar muchos conceptos, especialmente de trabajo. Ahora entiendo mejor cosas que antes no entendía. No entendía a la prensa, por ejemplo. Creo que ahora me torné más humano", sorprendió el duro Scolari. El éxito de la selección brasileña de fútbol en el Mundial de este año tal vez ayude a entender por qué el constantemente irritado Scolari siempre fue también incondicionalmente amado y respetado por los jugadores que dirigió. "Yo ya no pienso cuántos días faltan para la final contra Alemania. Cuento los días que me quedan para convivir con este grupo fantástico de jugadores. Lamentablemente, luego del torneo este grupo será desmantelado y otros grupos serán formados, posiblemente. Pero sentiré nostalgia de estos días", dijo.
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