El arzobispo argentino Rómulo Braschi, de la Iglesia Católica Apostólica Carismática Jesús Rey, fundada en 1978 en Buenos Aires, consagrará por primera vez a siete mujeres como sacerdotes pasado mañana en Passau (sur de Alemania). Las mujeres, varias de ellas doctoras en teología y formadas durante cinco años con catedráticos católicos en un seminario de Linz, Austria, provienen de ese país, Estados Unidos y Alemania. "Consideramos que la Iglesia Católica Apostólica Romana tiene que ser reformada; es una opinión que han expresado diversos obispos en todo el mundo, y un reclamo que comparten también amplios sectores de creyentes", afirmó Braschi. La Iglesia Católica Apostólica Carismática, que tiene su sede en Munich (sur de Alemania) y cuenta con cerca de 13.000 fieles distribuidos entre América, Europa y Africa, admite tanto el celibato como el matrimonio de sus clérigos. A comienzos de 2003 serán ordenadas por primera vez tres mujeres de América Latina (Argentina, Brasil y México), en el marco de una ceremonia en la que serán también consagrados cinco hombres y otras 12 mujeres de Europa y Africa. Braschi, alejado de la Iglesia Católica Romana durante la dictadura militar argentina (1976-1985), se casó en 1994. "El llamado del Espíritu Santo no discrimina entre mujeres y hombres al inspirar la vocación sacerdotal", y "las normas del derecho canónico que prohíben a la mujer el ejercicio del sacerdocio son una creación humana, no divina", afirmó. A la ceremonia de consagración de Passau, una ciudad eminentemente católica del sureño Estado de Baviera, asistirán 300 invitados especiales, entre fieles y dignatarios religiosos europeos, estadounidenses y latinoamericanos. "Si bien esta ordenación será exclusivamente de mujeres, no se trata de una expresión feminista de nuestra Iglesia", afirmó el prelado. A la Iglesia Católica Apostólica Carismática se han plegado muchos obispos y sacerdotes casados, como el prelado argentino Jerónimo Podestá, fallecido hace dos años en Buenos Aires, quien encabezaba una populosa diócesis de esa capital. Braschi fue consagrado en 1998 por el obispo Roberto Padín, de Salvador de Bahía (Brasil) y reconfirmado en 1999 por Podestá, quien fue presidente de la Asociación de Sacerdotes Católicos Casados de América Latina, y vicepresidente de la entidad que agrupa mundialmente a los religiosos escindidos por contraer matrimonio. "Uno de los grandes problemas que tratamos de superar con la creación de nuestra Iglesia es el del absoluto dominio del estamento canónico en detrimento del estamento carismático que se registra en la Iglesia Católica Romana", señaló Braschi. La Iglesia vaticana, que afronta uno de los peores escándalos por delitos sexuales de su historia, tras el ocultamiento durante años de diversos casos de violaciones de niños en Estados Unidos, "debería reflexionar profundamente sobre estos terribles hechos y sobre una reforma del sacerdocio y el celibato", reclamó Braschi. "Roma solamente enfatiza en el castigo o en la recuperación de sus sacerdotes, olvidándose del trauma que significan esos vejámenes para sus víctimas. Para nosotros, la violación de un niño es como una violación al Niño Jesús", concluyó el arzobispo. (AFP)
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