Editorial

Los nuevos emprendimientos

Las complejas y hasta dramáticas circunstancias que está atravesando la Argentina ponen a prueba el ingenio de sus habitantes para enfrentar con éxito la crisis. No se trata de una novedad: cuando la situación apremia, la herramienta que más cotiza suele ser la inteligencia. Con ella como arma, incluso los obstáculos más poderosos son pasibles de ser superados. De ello pueden dar fe dos productores agropecuarios de la vecina localidad de Pujato que desarrollaron una singular iniciativa en un predio de su propiedad: nada menos que la cría de truchas, no sólo con el objeto de comercializarlas sino con la idea de habilitar, en un futuro cercano, un coto donde los aficionados a la pesca con mosca puedan practicar su "hobby" sin restricciones. Claro que lo sorprendente es que lo harían en plena pampa húmeda santafesina.
La noticia, que estimula el optimismo en momentos muy difíciles, fue incluida en la portada de la edición de La Capital correspondiente al domingo pasado. Allí se narraba la singular aventura que estos dos hombres jóvenes (tienen 39 y 40 años) decidieron correr, para la cual no tenían otro aliciente que la confianza en sus propias fuerzas ni otro conocimiento que el que su experiencia iba a proporcionarles. Fue más que suficiente. Hoy día, Marcelo Curia y Alberto Crognoletti se encuentran ante los frutos tangibles de su trabajo. El emprendimiento al cual se lanzaron sin vacilaciones, y durante cuyo desarrollo confiesan haber cometido muchos errores, tiene un alentador futuro. Pero lo que acaso constituya lo más valioso sea el ejemplo que ellos han dado.
Los momentos que se viven en el país distan de ser ideales. Las razones que sustentan esta ardua coyuntura son múltiples y en su gran mayoría no se relacionan con responsabilidades colectivas; sin embargo, a la hora de enfrentar el desafío del presente no son pocos quienes optan por refugiarse en la queja y transferir la carga entera de las culpas a terceros, generalmente lejanos. Los dos gestores de la cría de truchas en Pujato muestran que el mejor camino sigue siendo la creatividad en combinación con el esfuerzo. En tales casos -y no casualmente- el éxito suele ser el que aguarda al final del camino.