Luis Castro / Ovación
Esta es una vuelta a casa y me estoy preparando bien para hacer un buen torneo". Damián Manso está cambiado, los años de experiencia que ha sumado en esta profesión se notan en su trabajo. Si bien aún tiene algunas secuelas de aquel pibe sumiso y vergonzoso, logró dejar atrás aquella timidez y el rechazo a hablar con el periodismo.
"Damián, ¿podemos hacer una nota?", le pregunta Ovacion. "Sabés que no hay problemas, cuando quieras hablamos", responde. Este diálogo, años atrás, era una utopía. Pero en la actualidad es una realidad. Este Piojo es otro, conserva la sencillez y amabilidad de siempre, pero a la hora de hablar lo hace sin tapujos y sin esconder su verdadero pensamiento. El que tiene desde siempre y que -a pesar de esta nueva etapa en el Parque- no varió en su discurso para quedar bien con la gente. Al contrario, expresa lo que siempre dijo, como por ejemplo que su prioridad es continuar jugando en el fútbol europeo.
"Yo me mentalicé para jugar con la camiseta de Newell's, pero si viene una buena propuesta, bienvenida sea. Hasta ahora juego en el Parque", afirma el Piojo Manso en el anochecer de esta ciudad en el mano a mano que tuvo con Ovacion luego de una extenuante jornada de trabajo.
-¿Estás ansioso por saber cuál será tu futuro?
-No, estoy tranquilo. Además falta mucho para que cierren los libros de pases en el exterior. Creo que hice bien las cosas en Europa y supongo que algo va a salir.
-Dijeron que el presidente de Bastia, cuando te fue a despedir al aeropuerto, te confió que iba a hacer lo posible para que siguieras en el club ¿Fue así?
-No, cuando estaba por tomar el avión fue a saludarme. Pero no a hablar nada de eso. Me dijeron que querían que me quedara, pero tenían que arreglar con Newell's.
-¿Quedaron conformes con tu rendimiento?
-Sí, los partidos que jugué lo hice de la mejor manera.
-A Zamora le viene de maravillas de que permanezcas en el club porque se fue la Fiera, por eso si no aparece una buena oferta no se van a desprender de vos con facilidad.
-Es cierto. Pero me alegro por Maxi que se pudiera ir. En un momento su pase estaba en duda, pero por suerte se hizo la transferencia. Si me toca quedarme estaré más preparado porque ya me pasó una vez que me vendían, que no y al final no se hizo. A él se le iba a hacer complicado.
-¿Sos consciente de que con la venta de la Fiera tal vez el club se necesite venderte en forma urgente?
-Sí, por ahí el club está mejor. Ojalá que si llega alguna oferta se concrete. Pero si esto no ocurre no bajaré los brazos. Sé que la idea es venderme y no cederme a préstamo.
-En una ocasión surgió algo de Grecia. ¿Era cierto?
-Me enteré por los medios, pero no hubo nada en concreto. Lo que yo quiero es que me avisen cuando se hace y no cuando se habla, porque me pongo muy ansioso. No me gusta que sólo me informen a través de rumores.
-¿Te seduce ir a un fútbol desconocido?
-La verdad que no, porque no sabés mucho del juego de ahí y el jugador también pasa al olvido. En España, Italia o Francia se ve un poco más que en otros países, por eso prefiero que me vendan a uno de esos tres países.
-¿Qué cambios notaste en este regreso a casa?
-Sigue todo igual, sólo noté que hay muchos chicos nuevos de inferiores en la primera. Esto es parte del club, que tiene esa historia.
-Todos los años surge algún jugador que debido a la situación económica por la que atraviesan los clubes es imprescindible vender, entonces hay que formar a otro. Y una frase remanida es que no sale campeón con los chicos. ¿Coincidís con esa apreciación?
-Yo espero que este año los chicos anden bien y que sigan en el club, porque si no nunca vamos a lograr nada. Ahora hay jugadores importantes que continúan acá y por ahí se puede lograr algo. Antes ocurría lo que decís.
-¿Qué creés que piensa la gente cuando siempre tiene la ilusión de que su equipo pelee por algo pero luego eso no se puede llevar a cabo?
-Soy consciente de eso y creo que la gente está desilusionada. Como hincha quiero que salga campeón siempre, pero no se puede. A pesar de esto tengo muchas ganas de, no sé si salir campeón, pero que el equipo termine bien alto en la tabla.
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La Ciudad
