Fernando Toloza / La Capital
Muhammad Alí se convirtió, desde el universo del box, en una de las grandes personalidades de la historia. Su talento como púgil, sus creencias y su personalidad llenaron libros, revistas y documentales pero le faltaba llegar a Hollywood. El director Michael Mann abordó el desafío y en "Alí" contó con Will Smith para interpretar al virtuoso campeón de los pesos pesados más famoso de los últimos cincuenta años. El filme, por el que Smith estuvo nominado a un Oscar, se estrena hoy en Rosario, en los cines Del Siglo y Village. La película de Michael Mann aborda sólo una década de la vida de Alí. Es la que va de 1964 a 1974 y está considerada la época de mayor importancia en la historia del boxeador. El proyecto de llevar la vida de Alí a la pantalla grande tuvo muchas idas y vueltas y directores como Oliver Stone y Steven Spielberg estuvieron interesados en hacerse cargo de la película. Finalmente los estudios Sony se inclinaron por Michael Mann, el director de "El informante", con Russell Crowe y Al Pacino, y creador para la TV de la exitosa serie "División Miami". La idea del director fue abordar la vida de Alí no sólo como un documento biográfico sino como un fresco de la historia de Estados Unidos, incluidos, entre otros temas, la guerra de Vietnam y la lucha de la población negra por sus derechos. A la par, Mann aseguró que jamás quiso idealizar a Alí. "Lo mostramos en sus mejores momentos, cuando se enfrentó al gobierno estadounidense, cuando se negó a ingresar al ejército y perdió tres años de su carrera por ello. Pero también lo mostramos en sus peores momentos, cuando insultó a sus oponentes negros y cuando le fue infiel a su esposa", dijo. Will Smith, por su parte, se sometió a un duro entrenamiento para el papel. Tuvo que subir 16 kilos para llegar a los 100 que pesaba el campeón. Trabajó sin dobles y los golpes que recibe en el filme los sufrió el propio Smith. La película muestra a Alí cuando todavía usaba su nombre de Classius Clay, el que le pusieron sus padres al nacer en Lousiana el 17 de enero de 1942. La acción del filme comienza en 1964 cuando consigue el título de campeón mundial de los pesos pesados al ganarle a Sonny Liston. Ese mismo año el muchacho de Lousiana comienza su campaña de autoexaltación y graba una promoción titulada "I Am the Greatest" (Soy el más grande), difundida antes de la pelea con Liston. Al día siguiente de ganar el combate sorprende al mundo al confirmar que se había convertido al Islam, bajo el nombre de Muhammad Alí, que significa "digno de elogio". También en 1964 comenzó sus viajes a Africa y se casó con Sonji Roi, de quien se divorció a los pocos meses porque ella no aceptó someterse a las costumbres musulmanas. Al año siguiente, Alí tuvo problemas por la revancha con Liston y se aseguraba que el retador se había dejado ganar. Esto lo alejó del cuadrilátero y lo llevó a hacer sólos peleas de exhibición. En 1966 lo reclutaron para la guerra de Vietnam, pero Alí se negó con la famosa frase: "Yo no tengo ninguna queja en contra del Viet Cong". Lo procesaron por negarse a formar parte del ejército, fue condenado a cinco años de cárcel, se le prohibió pelear y se le retiró el pasaporte. Alí apeló, pero de hecho su carrera parecía terminada. En los años que transcurrieron hasta que en 1971 se revocó el fallo que lo condenaba, Alí se volvió a casar (con Belinda Boyd), y para ganarse la vida dio conferencias en las universidades de Estados Unidos. El 3 de febrero de 1970 anunció su retiro, pero con la rectificación de la sentencia volvió al ring. El filme sigue con detalle esta etapa del campeón y concluye con la pelea de Alí con George Foreman en Zaire (hoy República Democrática del Congo), en 1974, por el título de los pesos pesados. Alí triunfó y retuvo la corona por cuatro años, hasta que comenzaron las derrotas, las revanchas, un nuevo matrimonio, los nietos y el mal de Parkinson. Pero esa es otra historia que la película de Mann no cuenta.
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