Denuncian secuestro y amenazas contra un cacerolero

Participaba de los escraches contra la Corte Suprema. Lo retuvieron 20 minutos en un auto

Un hombre que participa de los habituales cacerolazos para exigir la renuncia de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue secuestrado en Buenos Aires por desconocidos que amenazaron con pegarle un tiro si no cesaba en sus reclamos, según denunció la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL).
De acuerdo con la denuncia, el hombre, identificado como José Luis Capelli, de 38 años, fue mantenido dentro de un vehículo durante 20 minutos mientras los agresores le dijeron que se dejara de "romper las pelotas" con las asambleas barriales y las movilizaciones contra la Corte frente al Palacio de Justicia.
Si bien el hecho trascendió ayer, se produjo el viernes 14 de junio a la 1.45 en la esquina de Rivadavia y Sarandí, a una cuadra del Congreso nacional, cuando el joven, integrante de la Asamblea Vecinal de Plaza Congreso llegaba a su domicilio y fue interceptado por tres individuos que se movilizaban en un auto Peugeot 504.
Uno de los ocupantes del vehículo le preguntó dónde quedaba una calle y cuando el muchacho se acercó otro hombre bajó de la parte trasera y lo obligó a entrar en el auto a punta de pistola, explicó la AAL.
Los desconocidos lo obligaron a tirarse en el piso en la parte trasera del vehículo sin posibilidad de ver al exterior, mientras los agresores le recriminaban por su participación en las asambleas populares, se indicó.
Si bien al principio Capelli negó haber participado en asambleas, los desconocidos demostraron tener un "profundo" conocimiento de sus movimientos, dijo el abogado Luis Enrique Ramírez, secretario general de la AAL, entidad promotora de los cacerolazos contra los miembros de la Corte.
Según la denuncia, en un momento los agresores le dijeron: "Te vamos a pegar un balazo y te vamos a tirar al río. Y ninguna asamblea te va a salvar".
Ramírez dijo que "la sensación que se lleva este muchacho es que tenían pinta de policías", al tiempo que señaló que el damnificado reconoció que sus agresores portaban armas calibre 9 milímetros, igual a las utilizadas por las fuerzas de seguridad.
Finalmente Capelli fue abandonado ileso en la intersección de las calles Sarmiento y Gallo, en Almagro. (DyN)