Frente al impacto de la crisis económica en el Mercosur, los gobiernos de la región salieron a despegarse de la Argentina. Mientras el jefe de asesores económicos de la Casa Blanca, Glenn Hubbard, descartó la posibilidad de un contagio a toda América latina, los gobiernos de Brasil y México negaron que hubiesen conversado con el presidente Eduardo Duhalde para armar una estrategia conjunta frente al FMI.
El brasileño Fernando Henrique Cardoso señaló que periódicamente habla con su colega Eduardo Duhalde pero negó que en los últimos días estos contactos estuvieran dirigidos a conformar una "unión latinoamericana" que permitiera dialogar en una posición de fuerza con el FMI. "La situación económica de Brasil es muy sólida, nosotros no tenemos el mismo problema que algunos otros países", sostuvo.
Por su parte, el vicecanciller mexicano, Gustavo Iruegas, dijo que no hubo una petición del gobierno argentino para que México encabece una gestión de urgencia ante EEUU. Las versiones indicaban que Duhalde había solicitado a su colega Vicente Fox que intercediera a favor de una ayuda urgente a los países sudamericanos en crisis.
En tanto, el jefe de asesores económicos de la Casa Blanca aseguró que ve pocos riesgos de que los problemas económicos de Argentina puedan propagarse a países vecinos y provocar un contagio a lo largo de América latina. El funcionario explicó en conferencia de prensa que "los problemas de Argentina son de Argentina y las soluciones yacen en Argentina". Y añadió: "No veo mucho riesgo de contagio. Actualmente las crisis de los mercados emergentes son asuntos individuales".
El "cerco sanitario"
Más allá de estas declaraciones, el FMI avanzó ayer en la creación de un "cerco sanitario" para evitar que se propaguen los problemas argentinos. Su directorio aprobó la ayuda suplementaria de 1.500 millones de dólares a Uruguay.
En tanto, el Banco Central de Brasil informó ayer que venderá 300 millones de dólares en el mercado cambiario con el compromiso de recomprarlos en julio y agosto, en su más reciente medida por alentar al alicaído real. El banco dijo que venderá 200 millones a 2,808 reales por dólar para recomprarlos el 29 de julio. Los 100 millones restantes que serán ofrecidos con la misma paridad cambiaria los recomprará el 26 de agosto.
La operación está dirigida a aumentar la liquidez en dólares en el mercado brasileño y aminorar las presiones recientes en el real relacionadas con la deuda del país y con las próximas elecciones presidenciales de octubre.
El ruido también se escuchó en Madrid, en donde los dos principales bancos españoles, el BSCH (dueño del Rio) y el BBVA (propietario del Francés), negaron que la crisis argentina haya contagiado a Brasil, al tiempo que advirtieron que cada país tiene problemas y soluciones diferentes al resto. También consideraron que en Brasil hay una "clara sobrerreacción" en los mercados.
En tanto, varios sectores empresarios chilenos le plantearon al gobierno de ese país que renegocie las condiciones con el Mercosur "en vista del riesgo que significa para Chile las erráticas políticas económicas que constantemente adopta este bloque regional".