"Hay que defender la institución concursos si queremos tener un mínimo de calidad educativa". La opinión es de Ovide Menin, doctor en psicología y especialista en educación. La hizo en referencia al planteo que realizaron 165 directivos interinos ante la Justicia, para titularizarse por ley en sus cargos. Menin tampoco ahorró palabras para pedir a los legisladores santafesinos -que evalúan la posibilidad de aprobar una ley que contemple el pedido de estos directivos- "que tengan un acto de sensatez, no se dejen presionar por nadie, porque en lugar de arreglar un error lo estarían profundizando. No hay que ir para atrás, hay que corregir lo que se hizo mal".
"El concurso es lo mejor que tenemos, porque todos los que estamos en la docencia debemos pasar por él para ocupar un lugar. El primer error fue titularizar por ley a los docentes interinos, pero esto se agravaría si se extiende a un concurso de ascenso", señaló Menin al respecto de esta demanda.
Ovide Menin comenzó como maestro de escuela y actualmente es docente e investigador de universidades nacionales y del exterior, además de ser director del doctorado de psicología de la Universidad Nacional de Rosario.Hasta el momento pasó por no menos de 12 concursos en el país y el exterior.
Según explicó, quien aspira a dirigir una escuela debe convalidar "experiencia y ciencia". "La experiencia de todos los días no alcanza por sí sola, tampoco quien sólo está actualizado. Hay que sumar la experiencia y la ciencia, y para eso están los concursos, algo que debemos defender si aspiramos a un mínimo de calidad educativa". Para Menin, "la evaluación es algo propio del proceso de enseñar y aprender, que abarca a todos los agentes de la educación", y como consecuencia de esta afirmación cuestionó: "¿Cómo se promueve a un alumno si no es mediante un proceso evaluativo?".
Los directivos que presentaron este recurso judicial, además de sostener que la ley "los discrimina", pidieron "igualdad ante la ley" y argumentaron, entre otras cuestiones, que "están en desventaja porque no tienen tiempo para estudiar por estar atendiendo constantemente a nuestras escuelas".
"Lo menos que tendría que sentir quien opina de esa manera es vergüenza", dijo Ovide Menin, casi al borde del enojo, sobre esta justificación dada por una directora, y publicada en La Capital en la edición del 13 de junio pasado. "La actualización, el estudio, son parte del trabajo docente. Un educador no puede decir que no tiene tiempo para el estudio, porque de ser así se debería dedicar a hombrear bolsas o labrar la tierra", agregó.También consideró que se pone de manifiesto un discurso contradictorio que poco bien le hace a la escuela: "¿Con qué autoridad se le exigirá a un alumno que estudie si el propio director dice que no tiene tiempo para hacerlo?
Cuando se piensa en los educadores que hicieron historia en la docencia santafesina, el investigador no duda en recordar a Olga Cossettini, Rosita Ziperovich y Dolores Dabat, entre otras. Todas asumieron y ascendieron por concurso, y muy a pesar de las dificultades de la época. "Siempre -remarcó- estuvieron actualizándose, revisando sus conocimientos, mostrando preocupación por aprender".
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La Ciudad
