"La acupuntura debería estar integrada a la medicina convencional y ser un complemento de otros tratamientos. De esta forma se optimizarían los recursos para la cura de enfermedades, por esto me parece necesario enseñarla a médicos clínicos y especialistas", opinó el doctor José Visnovezky, médico acupuntor que aplica esta técnica desde hace 29 años.
La técnica es una terapia originaria de China y consiste en la colocación de agujas metálicas en determinados puntos del cuerpo (meridianos o canales) con el objeto de sanar dolencias físicas. Visnovezky junto a otros profesionales organizaron un curso sobre el tema destinado a médicos clínicos y especialistas, avalados por la Sociedad Argentina de Acupuntura.
"Antes que hablar de medicina alternativa, prefiero llamarla integrativa. Con esto quiero decir que debería estar integrada y ser utilizada por los médicos cuando lo consideren necesario", expresó el médico acupuntor. Al consultorio de Visnovezky concurren aquellos enfermos que no han recibido soluciones para su dolencia desde la medicina convencional. "Algunos dicen que tomaban medicamentos y ahora no los utilizan o reducen sus ingestas porque se sienten mejor", enfatizó.
Desbloqueo energético
Para la acupuntura, la enfermedad es consecuencia de un bloqueo energético, cuyas manifestaciones pueden ser dolor, inflamación, hormigueos en las manos, contracturas musculares, etcétera. A través de estas dolencias se ponen de manifiesto los aspectos físicos como emocionales. Al respecto, el médico acupuntor puso como ejemplo un dolor de rodilla. "Este es consecuencia de que no circula correctamente la energía -dijo-. Con la colocación de agujas desbloqueamos la energía estancada y desaparece la molestia".
La técnica tiene también un efecto antidepresivo, motor, ansiolítico, homeostático y sedante. Se aplica para el estrés, las contracturas musculares y el insomnio, entre otras afecciones."Ante una patología lo primero que debe determinar el médico es si se trata de una enfermedad yang o ying. Yang sería lo positivo, ying lo negativo; yang el calor, ying el frío; yang la luz, ying la oscuridad; yang el sol, ying la luna; yang la salud, ying la enfermedad", ejemplificó el profesional. En la ausencia de enfermedad están equilibrados. Caso contrario, "hay que sedar el yang y estimular el ying", dijo.
Previa a la aplicación de las agujas, el médico debe interrogar al paciente sobre el tipo de dolor, si es profundo o no, cómo se presenta, además de preguntar sobre la relación de la molestia con los estados emocionales. "En acupuntura se dice que la bronca afecta al hígado; la alegría el corazón; la preocupación altera el bazo y el páncreas; la tristeza, el pulmón; y el miedo, el riñón", apuntó.
Respecto a la eficacia de la acupuntura para tratar las dolencias, el especialista se apura en aclarar que "no reemplaza a los tratamientos convencionales, sino que es un nuevo aporte para contribuir a la salud de las personas", agregó.
Por esta razón, Visnovezky enfatiza la importancia de que esta técnica sea utilizada exclusivamente por los médicos. "Clavar una aguja es una agresión, como una microcirugía, por lo tanto, hay que conocer las técnicas y principalmente sobre anatomía para no ocasionar lesiones".
El reconocimiento mundial de la milenaria técnica china creció en los últimos años, y nuestro país no es ajeno al fenómeno. Prueba de ello es que la Universidad de Tucumán dicta un curso sobre la materia desde el •90; mientras que los colegios de médicos de las provincias de Buenos Aires y Córdoba la incluyeron como un acto médico. "Las enfermedades son un 80% psicosomáticas, entonces por qué no pensar en esta herramienta", cerró Visnovezky. De esta forma dejó abierto un debate que genera adeptos y detractores.
La Ciudad
