En tres meses el gobierno de Carlos Reutemann llamará a licitación para adjudicar los tres casinos y seis bingos que fueron aprobados por una ley provincial en diciembre pasado tras una larga polémica. "Sé que la ciudadanía puede estar ansiosa por ver las casas de juego funcionando, pero los tiempos legales son un poco más lentos", se excusó ayer el titular de la Lotería de Santa Fe, Oscar Donayo. Justamente, de esa repartición salió hace 20 días, con un poco de demora, el proyecto de decreto para la reglamentación de la norma que por estos días se estudia en el Ministerio de Hacienda. Así las cosas, es tiempo de que en Rosario se empiece a pensar sobre posibles emplazamientos para el hotel internacional o el centro de convenciones que contendrá al casino: la ordenanza correspondiente es condición previa para el llamado a licitación.
Aunque en febrero pasado el segundo de la Lotería, Enrique Ucedo, había afirmado a La Capital que el proyecto para reglamentar la ley de casinos estaría listo en la primera quincena de marzo, recién fue terminado a fines de mayo.
Ese fue el primer paso para que en unos tres meses, según estimó Donayo, se lance el llamado a licitación para adjudicar la explotación de las casas de juego, cuya concesión será por 30 años.
Después de salir de la Lotería el proyecto pasó a Hacienda, donde recibirá un dictamen jurídico, y luego recalará en la Secretaría Legal y Técnica. De acuerdo a la ley, todo el proceso previo al llamado a licitación también contará con la fiscalización de una comisión formada por diputados y senadores provinciales.
40 largos años
La ley de casinos sorteó una verdadera carrera de obstáculos, pero después de 40 años desde que se presentara la primera iniciativa en la provincia terminó aprobada en diciembre último. No fue fácil, pero al final dos proyectos legislativos, uno del radical Miguel Basaldella y otro del justicialista Mario Esquivel, fueron unificados y recibieron los votos favorables para la instalación de tres casinos -uno en Rosario, otro en la ciudad de Santa Fe y el tercero en Melincué- y seis bingos -uno en cada casino, dos más en Rosario y el otro en la capital provincial-.
Al igual que Donayo, Basaldella sostuvo que el trámite no sufre demoras. "Preferiría que fuera más rápido, pero comprendo que en este marco de crisis en la provincia haya habido otras prioridades", argumentó el legislador. De cualquier modo, fue terminante al sostener que el proyecto "no está parado".
Con todo, difícilmente se cumpla la promesa que en su momento hizo el gobernador. "Una vez que esté la ley, en un año tenemos las salas funcionando", se había entusiasmado Reutemann.
Sin embargo, Donayo estimó que a partir del llamado a licitación por lo menos pasarán otros tres o cuatro meses antes de que se adjudiquen los casinos. Y a partir de entonces correrá además un plazo de 18 meses si la oferta propone instalar la casas de juego en un hotel o 12 si se trata de un gran centro de convenciones. Eso, claro, siempre que en este difícil momento aparezcan oferentes.
En lo que hace específicamente a Rosario, el Concejo ya dio el okey para la instalación. Y en abril pasado remitió al Ejecutivo un proyecto de los ediles Luisa Donni y José Bonacci solicitando un relevamiento de las posibles zonas para radicar la casa de juego.