Fernando Toloza / La Capital
Halle Berry hizo historia en marzo pasado al ser la primera actriz negra en ganar el Oscar a mejor interpretación principal en la gran fiesta de Hollywood, por su papel en la película "Cambio de vida" ("Monster's Ball"). El filme recién se estrenó hace un par de semanas en Buenos Aires y mañana llega a los cines Village y El Cairo (ver aparte).
La película cuenta la historia de Leticia Musgrave, una mujer que trabaja de mesera en un bar nocturno y trata de criar sola a su hijo, luego de la muerte de su esposo en prisión. Leticia conoce a Hank (papel a cargo de Billy Bob Thornton), un guardiacárcel blanco, encargado de llevar a los presos a la silla eléctrica.
Entre Leticia y Hank, comienza una relación, que no será fácil porque el hombre pertenece a una familia racista y considera que las mujeres sólo sirven para tener sexo rápido y, a lo sumo, después lavar los platos. Ella, por su parte, carga con una historia de violencia, compartida por su familia paterna y por su ex esposo, un alcohólico que le ha dejado un hijo y que tenía por deporte favorito molerla a palos.
Leticia se rige por la violencia y castiga a su hijo obeso cada vez que lo encuentra comiendo algo que no debe. En ese sentido, su encuentro con Hank no es lo mejor que le puede pasar, pero el hombre pasa por momento donde, al parecer, quiere dejar atrás todo aquello que él creía constitutivo de su persona: el racismo, la misoginia, el desprecio por el amor.
Halle Berry tuvo que luchar para conseguir el papel protagónico en "Cambio de vida". Muchas veces en su carrera se la discriminó por el color de su piel, por ser una actriz negra. Si ella pensó que conocía todas las formas de la discriminación, aún le faltaba probar una: la discriminación por no ser lo suficientemente negra. Berry es hija de una mujer blanca y un hombre negro. Por ese motivo se la rechazó en principio para el papel en "Cambio de vida", ya que el director Marc Foster quería que el contraste entre la piel del hombre y la mujer fuese extremo. Y Berry era "demasiado blanca".
Después de algunas idas y vueltas, Berry consiguió el papel y dio el batacazo. Su experiencia personal, según aseguró la actriz, le sirvió para ponerse en la piel de la sufrida Leticia. El padre de Berry era alcohólico y hasta que dejó a su familia golpeaba a la madre y a la hermana mayor de la actriz a diario. Como si esto fuese poco, en su juventud Berry tuvo un novio que le dio una paliza y la dejó casi sorda de un oído.
Pero Berry no salió de la nada. En la última década había logrado hacerse notar. Entre otros filmes trabajó en "Jungle Fever", de Spike Lee, y en "Código autorizado", de Joel Silver, con John Travolta y Hugh Jackman, el año pasado. Por si a alguien se le había pasado por alto la belleza y el talento de Berry, "Código autorizado" puso las cosas en su lugar y nadie pudo dejar de reparar en la astuta morena del vestido rojo que manejaba a su antojo el destino del hacker interpretado por Jackman.
"Jungle Fever" fue la película que le abrió las puertas de Hollywood, en 1991. "Eso fue hace tanto tiempo que siempre creí que la gente ya lo había olvidado", dijo la actriz en una entrevista con la revista norteamericana Premiere al repasar su carrera hasta el momento de "Cambio de vida". El papel en este filme le había sido ofrecido por el director a la ganadora del Emmy Dorothy Dandrige y también, según algunas versiones, a Angela Basset, quien lo habría rechazado por no considerarlo a la altura de su talento.
Antes de ser actriz, Berry trabajó de modelo. Esto fue otro de los escollos que tuvo que vencer a la hora de conseguir roles en la pantalla grande. Sin embargo, todo parece cosa del pasado y la actriz ha logrado hacer convivir sin demasiados conflictos las dos profesiones, porque sigue siendo una de las caras de la publicidad de cosméticos Revlon y ha conseguido el papel de chica Bond en la nueva película del 007 protagonizada por Pierce Brosnan. Es decir, hay Halle Berry para rato.
| |
La Ciudad
