Tercer caso en dos días

Llaman a un remís y le roban su equipo de GNC

Abordaron al chofer frente al Hospital Centenario y lo llevaron a Pérez

La ola de robos de equipos de gas natural comprimido (GNC), un delito en expansión en los últimos tiempos en Rosario, tuvo ayer a la madrugada un nuevo capítulo. A menos de 24 horas de que dos grupos cometieran dos atracos en una misma madrugada, otro remisero denunció que fue asaltado por un grupo de delincuentes que se hicieron pasar por pasajeros y, primero, lo secuestraron y después lo llevaron hasta un campo en Pérez, se apoderaron del sistema de combustible y lo dejaron abandonado dentro del baúl del coche.
El último caso comenzó alrededor de la 0.30 y tuvo como protagonista a Miguel Angel Valdez, un remisero de 40 años que trabaja con un Fiat Palio de cuatro puertas. De acuerdo a lo explicado por fuentes de la investigación a esa hora recibió una llamada a través de la central, indicándole que debía concurrir a levantar a dos pasajeros frente al Hospital Centenario.
El chofer llegó entonces al cruce de avenida Francia y Urquiza, lugar en donde tomó contacto con dos hombres que supuestamente lo habían contratado.
El lugar hacia donde debían dirigirse no trascendió, como tampoco se supo por dónde transitaron en un primer momento. "El conductor no precisó el lugar, pero a las pocas cuadras del Centenario le pidieron que se detuviera porque debía subir otro hombre", comentó una fuente del caso. Lo cierto es que cuando ascendió el tercer hombre la suerte de Valdez cambió radicalmente.
Enseguida uno de los desconocidos desenfundó un arma de fuego. El chofer debió detener la marcha y luego fue obligado a pasar al asiento trasero, donde permaneció con la cabeza agachada entre las piernas.
A partir de ese momento, y con uno de los delincuentes al frente del volante, comenzó un periplo por distintas calles de la ciudad. Lo único que Valdez pudo advertir, después de un largo rato, fue que el coche ingresaba en un camino de tierra.
Luego, en un lugar cercano al cámping del Sindicato de Camioneros de Pérez, los delincuentes detuvieron la marcha y comenzaron a trabajar para desmontar el equipo de GNC, mientras mantenían controlado al chofer en medio de la oscuridad de una madrugada helada. Todo terminó cuando el grupo se apoderó también del handy, las llaves del auto y de los documentos del remisero. Después, para cubrirse en la huida, los maleantes terminaron encerrando al conductor dentro del baúl del coche, aunque no dejaron trabada la tapa.
Según fuentes policiales, Valdez habría regresado por sus propios medios hasta su casa en Rosario. Tres horas después retornó al lugar con el duplicado de las llaves. En ese momento ya había llegado un patrullero del Comando Radioeléctrico de Pérez.

Los equipos de GNC, el nuevo botín de los ladrones.