Berlín y Roma. - El gobierno de Gerhard Schroeder está planeando una reforma radical del mercado de trabajo a través de una fuerte flexibilización y grandes recortes en los subsidios de desempleo, confirmaron ayer fuentes oficiales en Berlín. El semanario Der Spiegel publicó algunas de las propuestas de una comisión encargada por el gobierno federal para estudiar la reestructuración del mercado de trabajo. El grupo está presidido por el jefe de personal de Volkswagen, Peter Hartz.
Entre las principales propuestas presentadas se encuentra la de reducir los subsidios de desempleo en los próximos tres años de los 40.000 millones de euros (39.102 millones de dólares) actuales a 13.000 millones de euros (12.708 millones de dólares). Además, a fin de reducir a la mitad el desempleo en el país, que afecta a unos cuatro millones de personas, en el borrador de la comisión se contempla la aceleración en la tramitación de empleo, el incremento de las contrataciones por tiempo limitado y el fomento de los trabajadores autónomos.
El portavoz del gobierno Bela Anda afirmó que la dirección del concepto general es correcta, pero señaló que todavía hay que hablar de los detalles. El gabinete debatirá sobre el tema cuando la comisión presente su informe final, el próximo 16 de agosto. Por su parte, el ministro de Trabajo, Walter Riester, dijo: "La reducción a la mitad del desempleo en pocos años es un propósito tan importante que nadie puede escapar a las propuestas del Dr. Peter Hartz".
Entre otras medidas incluidas en el proyecto está la posibilidad de obligar a desplazarse a otras ciudades a personas solteras sin niños o ancianos a su cargo que no hayan conseguido empleo en su entorno de residencia. También, si una persona lleva más de seis meses sin empleo, se le podría colocar en alguna empresa que necesite a alguien por tiempo limitado, obligando al desempleado a asumir el trabajo. En caso de no aceptarlo, se le negaría el subsidio de desempleo.
Italia: firmas contra Berlusconi
El mayor sindicato de Italia, la CGIL, tiene la intención de reunir cinco millones de firmas para una iniciativa popular contra las propuestas de flexibilización laboral del gobierno derechista de Silvio Berlusconi, anunció ayer el secretario general de la organización de izquierda, Sergio Cofferati. La campaña del sindicato italiano, que cuenta con unos 5,5 millones de afiliados, comenzará después de la última huelga regional programada para el 11 de julio y durará hasta el paro general ya anunciado para después del verano (boreal).
Las firmas harían posible, como prevé la Constitución, la puesta en marcha de una iniciativa de ley popular por la que la CGIL incluiría en la legislación nuevos derechos laborales y a un mayor número de trabajadores, incluidos los inmigrantes. Esta campaña de recolección de firmas se enmarca en la actual fase de enfrentamiento del sindicato con el gobierno, que presidido por Berlusconi, aprobó una reforma laboral -aún en trámite parlamentario- que facilitaría el despido sin justa causa, en tres casos. (DPA y Télam)