El actual vicepresidente del Banco Central, Mario Pignanelli, fue elegido por el presidente Eduardo Duhalde anoche como el sucesor del renunciante Mario Blejer, quien presentó ayer formalmente su dimisión al cargo. De esta forma, el funcionario saliente le ganó la pulseada al ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien pretendía para ese cargo a un hombre más cercano al equipo económico, Félix Alberto Camarassa, quien será director, igual que Jorge Alberto Levy. Víctor Bescos, uno de los funcionarios cercanos a Lavagna, fue designado como vicesuperintendente de Entidades Financieras.
Todos los cambios se resolvieron ayer a la tarde luego de que Blejer presentara su renuncia formalmente. Duhalde se reunió con el ahora ex del Central y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, en la Casa Rosada, y luego se sumó el propio Pignanelli a la charla.
Mediante una carta en la que defendió su gestión, Blejer no se privó de advertir que la "independencia de la entidad se vio debilitada en los últimos tiempos", haciendo alusión a lo que él entiende como la intromisión "permanente" de Economía en las decisiones del Central.
Cabe destacar que las diferencias entre Blejer y Lavagna se profundizaron en las últimas semanas, y que Blejer ya venía enfrentado al ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
La renuncia de Blejer operará a partir del domingo próximo, momento a partir del cual quedará al frente de la autoridad monetaria Pignanelli, un hombre del riñón del duhaldismo, con una prolongada actuación en el Banco Provincia de Buenos Aires (Bapro).
En una carta con la que acompañó su renuncia, Blejer agradeció a Duhalde la confianza que le otorgó desde el comienzo de su gestión, y le recordó que, por razones de índole personal, debe ahora resignar la función de titular del BCRA.
Como una última recomendación, Blejer indicó a Duhalde que "un punto que sin embargo debo enfatizar se relaciona con la preservación de la independencia del BCRA, cuestión que, estoy convencido, usted comparte plenamente".
"Dicha independencia se ha visto reiteradamente debilitada en los últimos tiempos", advirtió Blejer y enfatizó que "la autonomía del BCRA hace a la esencia misma de la autoridad monetaria y es un instrumento imprescindible para restablecer la confianza en el sistema".
Blejer consideró que "dado que la crisis actual es, sin duda, una crisis de confianza, este es el momento de fortalecer la independencia de la institución y no de someterla a presiones interesadas".
Diferencias de criterio
La referencia a la independencia del Central en la nota de renuncia de Blejer no es casual, ya que él mismo dio a conocer las diferencias de criterio que mantuvo con el ministro de Economía, respecto de la política monetaria y la autonomía del organismo emisor.
"Puesto que me consta que es su voluntad fortificar la institucionalidad como parte integral de la solución a la crisis actual, me permito expresarle mi seguridad de que usted tendrá este principio como rector en el momento de designar a mi sucesor", expresó en la nota.
Blejer impulsó en todo momento como su sucesor al vicepresidente de la entidad, Pignanelli, quien de hecho estaba previsto que se hiciera cargo de forma interina de la presidencia del Central hasta el 30 de junio.
El nombre de Pignanelli no contaba con el aval del Palacio de Hacienda, que intentaba poner a un hombre cercano al equipo económico. El último fin de semana, el propio Lavagna dijo tener el nombre del sucesor de Blejer y prometió que lo hablaría ayer con Duhalde, aunque luego quedó Pignanelli.
El comunicado oficial consigna que en "en el día de la fecha, el presidente del Banco Central, Mario Blejer, ha presentado al presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, su renuncia al cargo para el que fuera designado por el Poder Ejecutivo y ratificado por el Senado".
Tal como fue acordado con el presidente Duhalde, la renuncia formal de Blejer se hará efectiva el 30 de junio, "al haber quedado completados los objetivos que, en conjunto con la presidencia, se trazaron oportunamente".
En tal sentido, el comunicado del Banco Central recuerda que "dichas metas incluyen, particularmente, la concreción de un programa monetario viable y el encarrilamiento de la negociación del mismo con el FMI".