Pablo R. Procopio / La Capital
Increíble. Un adolescente de 14 años fue echado del colegio Santa Teresita del Niño Jesús porque su novia (alumna de otra escuela) está embarazada. El representante legal de la institución (la máxima autoridad) se basó en el "compromiso" que los padres firman anualmente con la escuela al comienzo del ciclo lectivo y que hace referencia específica a este tipo de situaciones. En un incongruente mensaje, sostuvo que un joven de esa edad no se encuentra preparado para enfrentar estas circunstancias, sin embargo no dudó en su determinación de que se alejara del colegio. "Como católicos no apoyamos ni animamos las relaciones prematrimoniales", aseveró el sacerdote Juan Ríos quien, en principio, marcó el 31 de julio como fecha tope para abandonar el establecimiento. Pero tras la presión de la madre, quien se asesoró legalmente, ayer autorizó a que el chico se quede hasta fin de año. El afectado es alumno del 9º año de la escuela ubicada en pasaje Sáenz 4925 y concurre allí desde los 4 años. Asumió su paternidad y tiene la contención de su familia. Al principio, según pudo saber La Capital, planteó su situación a un preceptor y luego a la directora, a quienes habría acudido en busca de un consejo. Al parecer, la propia rectora presumía que no iba a haber inconvenientes, pero la decisión final fue tomada por Ríos quien se encargó de convocar a la madre. El máximo directivo del establecimiento se basó en uno de los puntos del compromiso que los padres deben firmar cada año al inscribir a sus hijos y dijo: "Es un contrato entre ambas partes". El ítem al que refería el sacerdote precisa: "Si durante el año escolar el alumno/a cambia su condición de vida (ej. embarazo, etc) y ante las nuevas situaciones, siempre haciéndolo a la luz del Evangelio, se agotan todas las instancias que tengan que ver con la evolución favorable de las partes interesadas, la institución se reserva el derecho de admisión en cualquier momento del año y cesará el contrato de enseñanza-aprendizaje a los efectos de preservar al alumno/a y al resto de la comunidad educativa". Es más, al decir del religioso, "fue la madre del alumno quien decidió que el chico dejara la escuela". El cura le había preguntado "qué iba a hacer", sin dejarle demasiadas opciones. Sin embargo, la mujer dio más detalles y sostuvo que el representante legal le indicó directamente que "en la escuela no se podía quedar". En diálogo con este diario Ríos se ocupó antes que nada y permanentemente de aclarar que la suya es "una escuela privada que los padres eligen". Y explicó: "Hay un contrato que obliga a cumplir ciertos compromisos que el colegio impone. Si están de acuerdo, los anotan. Aquí se reserva el derecho de reinscripción cada año. La señora firmó el acuerdo al comienzo del año". La autoridad religiosa reconoció que ni siquiera habló con el joven de 14 años y sólo lo hizo con su madre la semana pasada. "Nosotros no dudamos" en tomar la decisión, dijo el cura y justificó: "Está el compromiso firmado". De inmediato explicó que "la escuela Santa Teresita del Niño Jesús además de ser parroquial, pertenece a la Iglesia Católica". -¿Qué piensa de lo ocurrido con el alumno? -Como católicos, no apoyamos ni animamos las relaciones prematrimoniales. Al contrario, creemos en la procreación dentro del matrimonio como una relación estable y fija donde haya una madurez humana y psicológica. El pibe tiene 14 años... La visión mía es la visión católica, ¿a vos no te parece que hubo una falta del chico? -¿Qué le plantearon el resto de los padres? -A mí no vino a verme nadie, porque todos saben lo que han firmado. Ellos deben acompañar a sus hijos y ser consecuentes con su comportamiento. A pesar del desacuerdo con la "falta" del joven, trató de mostrarse displicente y preocupado al prometer que se le dará "toda la ayuda y la documentación requerida". Durante los últimos días de la semana pasada, la madre del chico comenzó a buscar un colegio para que su hijo continúe sus estudios. Inició algunos trámites en el Normal 3, pero ayer a la tarde y tras escuchar a su abogada, volvió al Santa Teresita a entregar una nota preparada por la letrada. En el escrito se planteó que contrariamente a lo que indica el punto en cuestión del contrato con el establecimiento, su hijo no cambió su condición de vida. Además la madre del joven le dijo a Ríos que el padre del adolescente no había firmado el contrato de enseñanza-aprendizaje y no estaba de acuerdo en la decisión de dejarlo afuera. Ofuscado, el directivo le dijo que le permitirá seguir asistiendo hasta fin de año aunque se negó a recibir la nota. La mamá reconoció que su hijo quiere permanecer en el colegio con sus compañeros y que se hace muy difícil inscribirlo en otra escuela a esta altura del año. "No voy a abandonar a mi hijo", concluyó.
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