Viajó 3.200 kilómetros. Llegó a Rosario anteayer a la noche y se instaló en un hotel céntrico con una misión: seleccionar chicas de entre 21 y 35 años para trabajar en un cabaret de Río Grande (Tierra del Fuego). "Buscamos chicas rosarinas porque son muy lindas, muy altas y muy responsables", explicó Carolina, la encargada del night club Exa, el local que solicita "señoritas de show y de sala" dispuestas a probar suerte, al menos, durante 45 días.
La propuesta que se publicó en los clasificados de La Capital el domingo pasado era tentadora: sueldo de 1.500 pesos, más comisiones, pasaje y vivienda. Y no pasó inadvertida, al final de la jornada de ayer ya habían llamado a la oficina del entrepiso del hotel unas 60 jóvenes.
"Ahora vinimos a Rosario a buscar chicas porque en Río Grande no hay muchas mujeres dispuestas a trabajar en un cabaret. Además, en nuestro negocio tenemos mucha necesidad de renovarnos, de ofrecer cosas nuevas", detalló Carolina, y agregó que "además las rosarinas son muy lindas, altas y responsables".
Pero la elección no sólo obedece a cuestiones de estética. Y eso quedó claro cuando dijo que también salieron a buscar chicas en Tucumán y la provincia de Buenos Aires, justamente las tres zonas del país más castigadas por la desocupación.
Noche, gatos y liebres
"Estamos buscando chicas que tengan un show, que puedan presentar una coreografía y tengan vestuario. Además necesitamos mujeres que hagan de acompañantes, que puedan compartir un trago con nuestros clientes que, en su mayoría, son turistas extranjeros o gente que llega a trabajar a las petroleras", indicó Carolina.
Y resaltó aquello de que sólo quieren "acompañantes" o "alternadoras", porque "nuestro negocio se limita a que los caballeros consuman bebidas. Lo que cada una haga con su vida es un tema aparte. Es cosa de ellas. En el night club se trabaja 6 horas, de 24 a 6, y tienen franco los domingos y los lunes. Nada más", subrayó.
Después se quejó de que normalmente "se confunde gato con liebre" y se explayó sobre lo que significa trabajar en la noche. "Nosotros cuidamos mucho a las chicas de que ningún hombre se zarpe o les falte el respeto, porque hay quienes llegan al cabaret para usurpar mujeres y dedicarse a vivir de ellas. Les ponemos como meta que, a los dos años, se puedan comprar su casa para vivir con sus hijos. Porque en su mayoría son mujeres solas que tienen varios chicos. Quienes trabajan en la noche son gente humilde, sola y desamparada".
Carolina sabe de qué habla. Tiene 30 años, nació en la provincia de Buenos Aires y hace 9 años es encargada de Exa, el cabaret "más grande de Río Grande", inaugurado el 29 de marzo de 1995. Actualmente trabajan allí 12 chicas, una de ellas de Rosario.
La joven no ahorró elogios para aquella ciudad de Tierra del Fuego: "Es paquetísima, no parece Argentina, es como si fuera otro lugar. Hay trabajo, se puede salir tranquilo de noche, los sueldos son buenos", aseguró.
Mientras hablaba no dejaba de sonar el teléfono. El primero en llamar fue un joven que se ofrecía para trabajar en seguridad. La segunda sí fue una chica. "¿Cómo te llamás?" y "¿cuántos años tenés?" son las dos preguntas de rigor que disparó Carolina. Pero al enterarse de que su interlocutora tenía 19 años se le desdibujó la sonrisa. "Necesito chicas con 21 años cumplidos; si no, no podés trabajar", le explicó, decidida ya a cortar el teléfono. "Con 19 años podría estar haciendo otra cosa -comentó después del llamado- pero parece que no tiene otra posibilidad".
La Ciudad
