Córdoba.- El misterioso crimen de un detective de la Policía Judicial en un parque de la capital provincial y el desvalijamiento de la vivienda de un fiscal en la localidad de Villa Allende aumentaron las sospechas acerca de una mafia policial enquistada en Villa Carlos Paz. Al respecto, el gobernador José Manuel de la Sota realizó ayer una presentación ante la fiscalía de esa ciudad serrana con la intención de impulsar una investigación para desbaratar esa presunta red delictiva entre los uniformados (ver aparte).
El primero de los episodios ocurrió en el parque Sarmiento de la capital mediterránea y la víctima fue Francisco Pisoni, de 36 años, quien recibió un disparo en la cabeza y otro en el tórax mientras paseaba por un sector conocido como la Cueva del Oso.
Según fuentes del caso, "desde hace unos días Pisoni tenía a su cargo la investigación del asesinato del joven Pablo Jossen, ocurrido el 6 de marzo pasado en Villa Carlos Paz". Ese homicidio sucedió en el hotel Enri-Mar y la teoría en la que trabajaban los investigadores giraba sobre un ajuste de cuentas por la venta de autos y tráfico de drogas. Pero la pesquisa se complicó con el asesinato, también en Villa Carlos Paz, de Ian Durán, de 16 años, quien había sido citado a declarar como testigo en el marco del caso Jossen.
El fiscal Carlos Matheu, quien entendió en ambos casos, afirmó que en el crimen de Durán hubo colaboración y encubrimiento policial, pero tras recibir amenazas pidió licencia por razones de salud. Entonces el caso pasó a la fiscal Ana Lucero Ofredi, quien le encomendó su investigación a Pisoni.
Pisoni había llegado hasta el parque Sarmiento a bordo de su Volkswagen Gol tras almorzar con su madre, y se encontró con un hombre de unos 30 años con el que caminó hacia la parte baja del parque. A media tarde, varias personas que transitaban por ese sitio escucharon quejidos de dolor que provenían de la denominada "Cueva del Oso" donde un vendedor ambulante halló al detective mortalmente herido y llamó a la policía.
En la casa de un fiscal
En coincidencia con todos estos hechos aunque no vinculado con certeza, dos delincuentes asaltaron poco después de las 23.45 del domingo, en Villa Allende, la casa del fiscal de Instrucción Gustavo Sandoval Ceballos, jefe natural de Pisoni.
El grupo de delincuentes entró a la casa del fiscal por una ventana de la cocina. Sorprendieron a la mujer de Sandoval, quien no se encontraba allí, a la que maniataron junto a sus cuatro hijos. Revisaron toda la vivienda y se llevaron dinero y objetos de valor tras casi tres horas de inspección. Para huir, abordaron el Peugeot 405 del fiscal.
Sandoval prefirió desvincular este hecho con los otros, al considerar que se trató de un asalto más y confirmó que los delincuentes le aplicaron un culatazo en la cabeza a su esposa. (Télam)
La Ciudad
